Pues Araceli es una maestra con la que tuve el placer de compartir colegio (yo era el director y ella una de mis excelentes maestras), entre 1991 y 1994, trece cursos en los que nos regaló su bondad, su alegría, sus ilusiones, su compañerismo…, porque ella era todo bondad y cariño hacia todos quienes la rodeábamos: sus alumnos, sus compañeros y los padres de sus niños.
Araceli no dejaba impasible a nadie… en estos dos días he podido comprobar a través de las redes sociales todo lo que yo ya sabía: el cariño y el aprecio que le tienen sus antiguos alumnos, muchos de ellos ya hombres y mujeres… a todos nos dejó huella y esa huella dejada hoy se ha hecho manifiesta en el patio del Colegio Sacratif en donde, algunos (pocos ya) de sus antiguos compañeros, otros que no la conocieron, muchas familias que no la olvidan y los niños que le han demostrado su cariño aún a pesar de no conocerla, por el simple hecho de haber sido maestra de su colegio y por lo que sus padres y maestros les han hablado de ella.
Se han sucedido fuertes protestas contra la violencia, rechazándola de pleno y largos aplausos llenos de calor a Araceli, como queriendo transmitirle la fuerza que puede necesitar para su recuperación , para que cicatricen esas gravísimas heridas que un desalmado le ocasionó a martillazos, mas cruelmente que el animal mas sanguinario…. Nadie merece ser victima de la violencia,..¡ ni los animales!, menos los humano, pero aún menos.
Araceli, por su bondad, su ternura, su generosidad hacia todos…¡Ojalá estés muy pronto con nosotros, Araceli… se fuerte y lucha que te necesitamos, que este mundo tan deshumanizado, necesita de gente como tu, buena, generosa, dinámica, alegre, entusiasta. Hoy, Araceli, el patio de tu antiguo colegio, el colegio Sacratif de Carchuna, ha vibrado por ti y para ti. Gracias y te esperamos pronto.
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