“El título tiene mucho que ver con las noches de insomnio y mi infancia”, nos confiesa esta alpujarreña de nacimiento que se traslada a Granada con 11 años para estudiar en las Mercedarias. Tras finalizar Magisterio se licenció en Historia del Arte, e hizo un máster en Logopedia y un posgrado en educación infantil. El nacimiento de sus tres hijos le apartaron tras una corta experiencia como docente, no así de su pasión por la escritura y la fotografía, especialmente del retrato y las composiciones, llegando a fusionar ambas «porque mirar a través de un objetivo te da un aspecto distinto de la vida: lo enfocado más nítido y el fondo desenfocado, tiene mucho que ver con la vida».
Sin embargo, será hace poco más de una década cuando se decide a escribir, sobre todo poesía y prosa poética. «Empecé a escribir mentalmente desde muy joven. He sido un poco insomne a lo largo de los años y en esas rachas yo escribía en lugar de estar pensando en otra cosa. De día estaba muy ocupada y lo iba dejando. Luego, un accidente de tráfico que me paralizó casi dos años me dio la oportunidad de hacer lo que más quería. Siempre le daré las gracias a ese accidente de tráfico. Sinceramente estoy encantada, pues me gusta muchísimo escribir, para mí es algo vital. Algo que no puedo dejar», comenta al tiempo que reconoce que sus primeros textos se publicaron en revistas como ‘Poleo y menta’ y ‘Asisalud’.
Así mismo, explica que cuando empezó a escribir su idea era la de hacerlo sobre su pasado pues “mi infancia fue muy dura ya que me quedé huérfana a los 6 años y mi padre fue uno de tantos emigrantes de la Alpujarra que estuvo 22 años fuera”. Por eso se reconoce “un poco nómada”. Afirma que ese pasado marca la vida de una persona para siempre. Bagaje que se ha reflejado en este libro, donde “las emociones que lo envuelven son la suma de todas esas vivencias traumáticas que ha habido en mi infancia. Es un libro muy intenso y con una enorme carga dramática. Hay mucha emotividad que expreso con bastante lirismo”.
Soñadora
También nos indica que desde niña ha sido muy soñadora y que “el resultado tenía que ser la escritura”. El libro está dedicado a Amalia, su madre, cuya ausencia ha marcado su vida. “El dolor queda restado cuando lo envuelves con la poesía, porque si algo me ha pasado en estos años es que me he enamorado del lenguaje”, aclara tras lo que añade que “desde que el mundo el mundo se han escrito sobre los mismos temas: el amor, el desamor, la muerte, la soledad, la desesperanza,… Es la forma de escribir lo que distingue a un escritor de otro”. También nos informa que entre sus autores favoritos está el enfant terrible de las letras francesas, Artur Rimbaud, porque se acerca mucho a su manera de escribir. También el Hermann Hesse de ‘El lobo estepario’ su novela preferida, o Antonio Gamoneda, por su forma parecida de ver la vida pues “fue huérfano y se le nota en sus poemas”.
‘Dormir entre cristales’ está dividido en tres bloques. El primero, de reflexiones poéticas personales, el segundo dirigido más al amor, el erotismo, el desamor,… y el tercero, narra vivencias de la infancia convertidas “en cuento o mejor dicho en expresiones emotivas”. Esta amante de la invisibilidad que afirma no pensar en el lector ya que “de hacerlo no habría podido escribir, pues me frena mucho el pensar si a alguien le gusta o no lo que escribo”. Se autocalifica de “muy visceral” y reconoce “utilizar el lenguaje de forma sutil, pero me prohibí la mordaza”, como se puede apreciar en el desgarrador cuento ‘El callejón de los gatos’ sobre el maltrato de género.
OIR AUDIO DE LA ENTREVISTA:
Título: Dormir sobre cristales Presentación: Miércoles, 11 de junio, a las 19 horas, en el jardín del Museo Casa de los Tiros. La autora estará acompañada por Pilar Bueno y Pilar Sánchez. Al final intervendrán los pianistas, Santiago Martínez y Salvador Sánchez. |