– ¿Cuáles son los principales obstáculos que encuentran nuestros jóvenes hoy para su acceso al mercado laboral?
– Existen dos momentos de creación que hay que considerar: el de la mente, cuando se genera una idea, y el de su puesta en práctica. Es fundamental el primer momento para alcanzar el segundo. El primer obstáculo es la limitación que puede suponer pensar que no sea posible; luego, lo primero es creer en la idea. Otro obstáculo es que venimos de tener un solo empleo a lo largo de la vida. Ahora eso es imposible, por lo que siempre pregunto a mis estudiantes si sus padres han tenido un solo trabajo. Y ellos ahora ven que deberán tener varios empleos a lo largo de su vida. En EE.UU piensan que las personas deberán tener siete trabajos en su vida, mucho más que ahora. Hay que dejar a un lado el miedo al fracaso, se puede fallar en un trabajo, pero eso no significa nada más que eso, forma parte del mundo laboral, por lo que hay que perder ese miedo. En la escuela ellos aprendían que el fracaso es malo, pero es una forma de aprender a avanzar.
– El emprendimiento puede verse como una salida personal o de pequeño grupo, pero, ¿encuentran hoy facilidades para alcanzar sus objetivos? ¿Las administraciones responden?
«Los recursos de futuro están dentro de la red de contactos del emprendedor». |
– La Junta de Andalucía está haciendo un buen trabajo en esta materia. Hace un año invité a la Junta para que presentara en Copenhague su gestión en esta cuestión. El sector bancario no es el sector principal en que los emprendedores deben buscar dinero. En EE.UU muchas personas piensan que son los bancos los que deben prestar dinero, van a ellos, pero en realidad son las familias, los amigos los que facilitan este dinero, según mi experiencia extraída de estudios realizados en este sector en EEUU. Los recursos de futuro están dentro de la red de contactos del emprendedor. Es fácil criticar al sector bancario, pero la viabilidad de nuestro proyecto puede depender mucho más de nuestro entorno, de hecho el 71% de los préstamos llegan a los emprendedores por la vía de la familia y de los amigos. Los préstamos bancarios llegan a un 27% de quienes lo solicitan.
– ¿Qué claves se deberían contemplar para facilitar que el emprendedor encuentre su espacio?
– La educación para el emprendedor debe centrarse en la oportunidad. Se es emprendedor por necesidad o por oportunidad. Creo que los recursos están dentro de las redes, encuentras lo que necesitas en estas redes de contactos. Hay un aspecto importante, que es el que está fuera de nuestro control, los sueños del emprendedor son más amplios de lo que él tiene en la mano, llegan más lejos. El desafío es dónde encontrar los recursos. La respuesta es dentro de sus redes, buscando la oportunidad, tomando riesgos, innovando y orientando las actuaciones hacia el crecimiento.
– ¿Y el futuro?
– En EE.UU había una frase en los años 60 que decía que lo que es bueno para la General Motors es bueno para los EEUU. Allí nunca se ha dependido del gobierno para crear empleo, salvo para salir de la gran depresión. En los años 70 hubo crisis del petróleo y el mundo era más tumultuoso, las mujeres entraron en el mercado laboral, hubo desregularización del empleo. En los 80 empezó la década de emprendeduría, lo que significó que había una política de reducir el tamaño para quitar lo que sobraba, entonces empezaron los cursos de emprendeduría en las universidades, y se extendió como una tendencia nacional, y los desempleados buscaron la formación en otras salidas laborales, formándose en otros oficios. En Europa ocurrió algo parecido, los gobiernos contrataron a mucha gente, en los años 90 hubo incentivos fiscales para fomentar el empleo, para que las empresas grandes vinieran a Europa para invertir. Hoy esto ya no se puede mantener, por lo que hemos de depender de nuestra propia emprendeduría e innovación, y los sistemas de enseñanza deben hacer los ajustes necesarios para que los nuevos trabajadores puedan desempeñar diversos tipos de trabajo, dentro de las mismas empresas, lo llamado intraemprendeduría. Por otro lado, debe estar la emprendeduría social, apostando por la gente, y la educación tiene un papel fundamental en esto.
«Los sistemas de enseñanza deben hacer los ajustes necesarios para que los nuevos trabajadores puedan desempeñar diversos tipos de trabajo, dentro de las mismas empresas, lo llamado intraemprendeduría». |
– ¿En qué situación se encuentra España y Andalucía en este tema?
– En España aún hay mucho que hacer en general. Andalucía está liderando el proceso para iniciar el camino de la emprendeduría, contactando con muchas empresas, entidades de enseñanza (universidades, colegios), gobiernos locales. La Plataforma para la educación de emprendeduría en Portugal están solicitando un proyecto llamado “Aprendizaje a través de experiencias sobre la emprendeduría”, y se quiere colaborar con Andalucía por los esfuerzos que se han hecho aquí para abrir esos caminos. Se trata de un modelo de desafío en la enseñanza obligatoria, mediante el cual los alumnos irán realizando diferentes desafíos, como vender algún producto, o desafíos físicos, y no solo a los niños, también a la escuela, a la comunidad escolar… Se plantea la creación de sistemas emprendedores, que rompen con el sistema tradicional de enseñanza para ir introduciendo un modelo flexible con el fin de que después de la enseñanza obligatoria los alumnos hayan pasado por los distintos desafíos, y abrirles la mente para enfrentarse a los retos que les puede presentar la vida.