Biografías de granadinas y municipios de los Montes Orientales centran la labor investigadora de Juan Rodríguez Titos. Entre su primera publicación, ‘El habla de los Montes Orientales’ (1995), y su último libro ‘Montejícar’ que presentará a las 20 horas del miércoles, 6 de agosto, en el Salón del Cuco de esta localidad, han transcurrido 19 años en los este profesor del Colegio la Consolación de la capital, ha dado a la imprenta once libros, incluidos los dos citados, y ha participado en otros cuatro colectivos. Si sus trabajos dedicados a ‘Pedro Martínez, campo y cielo’ (1997), ‘Moreda’ (1998), ‘Píñar’ (2006), ‘Laborcillas’ (2007), su pueblo natal, ‘Testimonio de Pedro Martínez’ (2010), son un modelo a seguir por su rigor científico para cualquier persona que decida llevar a cabo una investigación local, el que ahora presenta supone una innovadora aportación al haber realizado el estudio de Montejícar desde una original perspectiva de género.
«Es el libro más complejo de todos los que he hecho hasta ahora porque Montejícar es un pueblo muy antiguo y porque la documentación existente es abundantísima, sobre todo inédita, de archivos», nos adelantaba de su nuevo trabajo editado por el ayuntamiento montejíqueño que se compone de 450 páginas por las que se reparten 230 antiguas y contemporáneas que sirven como ilustración a los tres bloques en los que se divide el trabajo (datos básicos, historia y patrimonio artístico, paisajístico y humano). En el prólogo del libro escrito por la alcaldesa de Montejícar, Remedios Moraleda, califica el trabajo de investigación Rodríguez Titos, recientemente nombrado miembro numerario del Centro de Estudios ‘Pedro Suárez’, como «concienzudo y arduo» a la vez que «dinámico y ágil de leer, un trabajo serio que, sin duda, nos aportará un conocimiento fundamental en nuestra historia».Así mismo, destaca que para ella «ha sido una grata sorpresa descubrir el enfoque humano que se ha dado en este libro, desde la perspectiva de género, poco usual en los libros de historia ya que la mujer estaba totalmente anulada. Y más sorprendente ha sido descubrir que ya en el año 1931 existía en nuestro pueblo una Asociación de Mujeres llamada “La Igualdad”, con 320 socias». Al igual que el autor agradece a los montejiqueños y montejiqueñas su colaboración a la hora de facilitar «datos, textos, fotos, testimonios… Gracias a todos por el esfuerzo, que ha contribuido de forma decisiva a que este importante proyecto sea una realidad para el disfrute y conocimiento de los lectores».
Por su parte, el autor explica en la presentación que su deseo de dedicarle un libro a este municipio «viene de lejos», en concreto «ahonda sus raíces en un tiempo de hace algo más de veinte años, cuando preparaba el que sería mi primer libro, ‘El habla de los Montes Orientales’», pues ya entonces se sintió atraído por su historia, su patrimonio y porque le llamaba la atención el hecho de que «tenga un sello diferenciador que lo hace destacar en la modesta comarca de Los Montes Orientales». Por todo ello afirma que este trabajo «se ha cocinado a fuego lento, con paciencia y con cariño». En todas las ocasiones que hemos tenido ocasión de preguntar sobre su desarrollo Rodríguez Titos siempre ha manifestado la gran cantidad de documentación inédita con que cuenta Montejícar, que ahora «por fortuna» ha tenido tiempo para «consultar, analizar, contrastar y aclarar».
Desde los orígenes hasta julio de 2014
Como no podía ser de otra forma el grueso de este trabajo se dedica al recorrido histórico de Montejícar, desde sus orígenes hasta nuestros días, simbólicamente plasmado en la evolución del topónimo de la portada: Mons Sacer (Monte Sagrado), Munt Xaquir, Montexicar, Montejícar. De esta forma podemos conocer la relevancia de los restos arqueológicos localizados en su término municipal, la relevancia de «las alabardas y el plomo escrito», hitos importantes en la arqueología española; recorrido por el apasionante periodo árabe, la conquista y asentamiento cristiano para lo que se reproduce el Libro de Repartimiento de Montejícar, de 1527. También aborda el curioso tema de la esclavitud en este pueblo en los siglos XVI y XVII, los datos del Catastro de la Ensenada (1752). Uno de los hechos más llamativos es la existencia en el XVIII de una Alcaldesa Perpetua de Montejícar, Doña María del Carmen Velázquez del Ferro; y unas minas de manganeso en el término montejiqueño que tuvieron gran importancia en el siglo XIX donde dedica un apartado a la mujer en esta centuria. Así mismo continua su completo recorrido por el siglo XX, con especial atención a la década de los 50, momento en que Montejícar alcanzó su máxima población, 4.415 habitantes en 1955; en 2013, -la población ascendía 2.322 habitantes-, la sangría de la emigración,… Aunque el tema de la mujer aparece tratado transversalmente a lo largo del libro en esta centuria también le dedica varios apartados (Las montejiqueñas en la II República, El deplorable retroceso también para la mujer -durante el franquismo-, …). Sin olvidar aspecto antropológicos como usos, costumbres, folclore y tradicionales fiestas, empezando por la dedicada a la Patrona, Nuestra Señora la Virgen de la Cabeza.
En el último bloque del libro incluye una ruta por el patrimonio local comenzando por la Iglesia Parroquial de San Andrés de cuyo archivo afirma “es un auténtico tesoro, pues conserva la documentación, prácticamente íntegra, desde la fundación de la Parroquia”, seguido del inventario de bienes bienes municipales, el Cerro del Castillo y la Fortaleza Árabe, la ermita de la Virgen de la Cabeza, la Fiestas de Moros y Cristianos de Montejícar y las distintas asociaciones existentes en la actualidad. Igualmente realiza una selección de noticias recientes, como el hecho singular acaecido el día 5 de septiembre de 2009 cuando se celebró la primera boda de la Comarca entre dos mujeres que fue oficiada por la actual alcaldesa en las dependencias municipales.
Los últimos acontecimiento reseñados y ordenados cronológicamente desde marzo de 2012 al pasado 29 de junio, fecha de la celebración de la I Carrera de Montaña Alta Coloma en la que participaron medio millar de personas. «En fin, una larga lista de hechos y de personas, porque la historia de Montejícar es especialmente rica en acontecimientos realizados por las mujeres y los hombres de este pueblo», matiza su autor que puede sentirse muy orgulloso por el trabajo realizado.
Fotos: MARI MOLINA
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