– ¿Cuándo y cómo llega Alfonso Salazar a la ciudad de la Alhambra?
– Nací en Cádiz pero fui un niño de la emigración. Mi padre se fue a Barcelona y en el año 75, cuando iba a morir Franco, llegué al Zaidín cuando tenía 6 años recién cumplidos. Lo primero que recuerdo nada más entrar en el Zaidín fueron las fiestas populares. Y desde entonces me quedé aquí en el Zaidín, en Granada y ahora en Huétor Vega que no deja de ser como un Zaidín Norte o algo parecido.
– Parece que le gustan las fiestas, lo decimos por el espacio temporal en el que se desarrolla la última…
– Esta se inicia en las fiestas del corpus de 1996 cuando recientemente ha ganado las elecciones el Partido Popular y termina el día de la Virgen de las Angustias de ese mismo año, es decir hace todo el recorrido del verano. En lo que es la saga está muy marcado lo que son las festividades al ser momentos claves del año en cada ciudad.
– ‘Para tan largo viaje’ es la continuación de la saga de «El detective del Zaidín», ¿pero se puede leer sin necesidad de haber leído las anteriores?
– Son cuatro libros que empiezan con ‘Melodía de Arrabal’ y termina ahora con ‘Para tan largo viaje’ que se pueden leer independientemente, si bien es cierto que al leer los cuatro hay una trayectoria. El primer libro comienza en 1986 con la entrada en al CEE y el referéndum de la OTAN y esta termina en 1996 con la victoria del Partido Popular. Además también hay como una lectura histórica de esos diez años de la Historia de España que sucedió lo que decía Alfonso Guerra de que a “España no la va a conocer ni la madre que la parió”. Y también los cambios sufridos en el Barrio del Zaidín y en Granada en esos diez años que para mí coinciden con esos diez años de primera juventud en los que uno tiene la memoria más fresca, en lo que todo se recuerda y puede contarlo.
– ¿Son tan reales como dice los personajes de su novela?
No hay que irse muy lejos, pues basta con darse un paseo por la Avenida de Dílar, Yo voy paseando por el Zaidín y reconozco las caras de quien podría ser quién, porque son personajes muy de carne y hueso, muy sencillos y cercanos, pueden estar rodeándonos ahora mismo en esta plaza o mirándonos desde un balcón.
– Pero, ¿quién es Matías Verdón?
– MatíasVerdón tiene una profesión casi imposible como es ser detective en un barrio obrero. Ahora está ya mayor, no es aquel de la primera novela, ya está algo cascado, le abandonó la esposa, tiene nietos, y digamos que está en esa época crepuscular en la que se acerca el momento de la jubilación con un trabajo tan poco agradable como es ir detrás de hijos descarriados o de maridos cornudos. En esta novela se acerca un poco a su final y por eso se le da ese final de la tetralogía. Creo que es un buen momento para jubilarlo , aunque sea un personaje que se puede recuperar para alguna cosa, aunque por el momento no me lo planteo.
– ¿Quién fue antes: el Torrente de Segura o el Verdón de Salazar?
– Verdón fue antes pues empieza a mediados de los años noventa. Comencé a escribir unos relatos donde ya aparecía este personaje. Cuando se conoce a Verdón se ve que no tiene nada que ver con Torrente. Ideológicamente son totalmente opuestos, antagónicos, aunque pueda verse alguna similitud. Hay otro personaje que es el subinspector Domínguez que ese sí tiene ese aire de Torrente, pero Verdón, no. Es un tipo al que se le quiere muchísimo más
– ¿Como se puede casar intriga y humor?
– Mis novelas se catalogan de novela negra pero yo diría que son más bien de color grisecillo porque tiene muchos puntos de novela costumbrista, de novela de esperpento. La intriga sirve como un hilo del que se va tirando. Yo intento reflejar las relaciones humanas. Casi todas las novelas giran en torno a los conflictos familiares, a las relaciones entre hermanos, entre padres e hijos, no como en una novela anglosajona que estará mucho más centrada en la intriga. En este caso se busca más algo que tiene que ver con lo social y de las relaciones entre personas.
– ¿Qué quiere decir con eso de que en sus novelas “todo es mentira pero pudo ser verdad”?
– Es lo que tiene la novela y, en general contar historias, contamos mentiras. Fernando Pessoa lo decía mejor que yo, cuando afirmaba que el poeta es un fingidor. Contamos mentiras pero siempre son nuestras mentiras favoritas, las que estén en la literatura, en el cine, en todo lo que es la invención de historias. Pero pudo ser verdad pues lo que intento contar en las novelas no son situaciones estrambóticas o imposibles, sino situaciones cotidianas, como puede ser la desaparición de un niño, o el asesinato de un inmigrante, son temas como muy comunes como las que pueden aparecer cualquier día en la páginas de IDEAL.
– Hablando de fiestas y de música ¿cómo es que no ha incluido el Festival del Zaidín y a su amigo Isidro Olgoso?
– No es mala idea. Isidro Olgoso que fue uno de mis primeros lectores de ‘Melodía Arrabal’ y su libro ‘Entrerríos’ que por desgracia el tenía pensado continuarlo pues era antropólogo como yo lo que hacía que coincidiéramos mucho en puntos de vista. Su libro me sirvió de mucho a la hora de localizar situaciones. La edición digital de ‘Un gorrión sentimental’ se la dediqué a él y a Emilio García Widemann, dos de las personas que estuvieron desde un principio con Matías Verdón,
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Título: Para tan largo viaje
Autor: Alfonso Salazar
Precio: 18 euros
Páginas: 332 páginas
Presentación: Martes, 9 de diciembre, en la Biblioteca de Andalucía. El autor estará acompañado por Salvador Perpiñá y Mariana Lozano. (20 h)
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