Marie Laure realizó estudios jurídicos y en los últimos años ha trabajado en la recepción de un hotel de la Calle Navas donde comenzó a escribir “aprovechando los tiempos muertos”. “Llevo 23 años en Granada y más de 45 casada con un madrileño que no tenía mucho talento para los idiomas por lo que tuve que adaptarme yo”, nos explica al interesarnos por su buen conocimiento de nuestra lengua al tiempo que también nos descubre que en ningún momento se planteó dedicarse a la literatura y eso que su padre, hermano y hermana han sido escritores. Novela que tiene un curioso origen ya que inicialmente pretendía servir de entretenimiento de una nuera. “Ella se preguntaba qué pasa después y como se encontraba sola pues mi hijo se estaba viajando para divertirla comencé a enviarle capítulos y nos lo pasamos bomba con esta secuela. Tanto que de este juego salieron unas 800 páginas de las que tuve que quitar un montón que sobraban”.
Después este manuscrito pasaría a sus hijos y amistades que le han animado a publicarlo pues “les ha encantado”. Originariamente la novela la escribió en su lengua materna y cuando sus amigas españolas se la pedían en castellano fue cuando se planteó llevar a cabo la primera traducción de la que reconoce “dejaba bastante que desear lo que hizo que tuviera críticas bastante acerbas por lo que la hice corregir”. Una vez subsanadas las erratas y galicismos afirma que tiene muy claro que su única meta es “que se lo pasen bien los lectores”, o quizás haya que hablar en femenino pues reconoce que, salvo excepciones, mayoritariamente su público son mujeres, pero puntualiza que en cualquier caso “va dirigida a los que leen a Jane Austen”.
Cuando le consultamos acerca de lo qué habría pensado Austen de haber tenido la oportunidad de leer esta novela responde, “lo he pensado muchas veces, pero no tengo ni idea. Desde luego traicionada no se sentiría, conozco muy bien el libro original, he cogido sus personajes como si fueran personajes históricos. No creo que Jane Austen se sintiera traicionada con mi novela de la misma forma que sus lectoras acérrimas no se sienten traicionadas. De hecho son las que mejor hablan del libro”. Ahí radica uno de sus méritos pues la autora de ‘Orgullo y prejuicio’ la escribió con veintipocos años en tanto que Marie-Laure la ha concluido a los 65. Entre las curiosidades nos cuenta que casi todos los libros de Austen se paran en el matrimonio cuya opinión no era especialmente positiva pues, “de hecho ella y su hermana fueron solteronas. Su experiencia fue bastante triste pues se enamoró pero no se pudo casar por razones sociales y su hermana perdió a su novio”.
En los semáforos
Otra de las curiosidades es el proceso de escritura. “Tenía una idea del principio y del final pero no del medio. Todas las ideas me venían cuando regresaba de trabajar y estaba detenida en los semáforos. En esa época no pensaba en otra cosa y los capítulos los tenía en mi cabeza y poco a poco, pues los personajes una vez que los creas o los coges como es este caso, tienen vida propia y eso es verdad hasta el punto de que dices cosas que ellos te fuerzan a decir”. Así mismo, en tanto que la novela original abarca poco más de un año en la vida de un pequeño grupo de jóvenes en el campo cerca de Londres en el cambio de siglo (del XVIII al XIX), durante el reinado de Jorge III, en la secuela son casi treinta, “desde antes de la llegada al trono de la reina Victoria hasta su reinado”.
Personajes de los que afirma haberse encariñado con algunos, no soportar a otros, e incluso odiar. En cualquier caso reconoce que le gusta hacer reír, de ahí la presencia de personajes burlescos. “Algunos de los personajes más graciosos me fueron inspirados por familiares míos”, indica a la vez que muestra su simpatía por las mujeres que “en esa época no eran nadie, no tenían ningún derecho”. Pese a ello confiesa “ser una apasionada del siglo XIX” pues es el siglo de los grandes novelistas, tanto españoles, como rusos, franceses, ingleses, y de las grandes novelas como ‘La Regenta’ o ‘Fortunata y Jacinta’. “Es un siglo de cambios, del cambio del Antiguo Régimen a la Revolución Industrial y a la Era Moderna, es el principio de los sindicatos en Inglaterra, de la lucha de clases, es el principio de todo”, añade.
Para animar a los lectores indica que “es un libro con un ritmo muy ágil pues ocurren muchas cosas todo el rato, con capítulos muy cortos” y para animar a asistir a la presentación explica que hablará de Jane Austen, “pues me parece de justicia”, del proceso y documentación que ha llevado a cabo, entre otros, consultando fondos de la Biblioteca del Congreso de los EE.UU por Internet, y la ayuda que ha recibido de “unos encantadores blogueros historiadores navales”. En cuanto a una posible secuela de la secuela explica que “está casi terminada pero no creo que se publique” aunque en cualquier caso dependerá del éxito de la primera, y de lo que opine la gente que la lea. Tiene además otras dos novelas en curso: una historia tremenda de fantasmas y momias para jovencitos de la edad de Harry Potter, y otra más seria y difícil sobre la incomunicación entre la gente. En medio, la edición francesa de la novela que ahora presenta para lo que anda a la búsqueda de un editor galo.
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