Por otro lado las redes sociales que tan mala prensa tienen también están mostrando su lado más positivo, no solo a la hora de poner en contacto antiguos compañeros de estudio o paisanos. También están posibilitando que personas con inquietudes artísticas o literarias similares puedan compartir sus producciones y conocerse mejor. Este es el caso de Martín Torregrosa que indica conoció a sus compañeros de mesa a través de Facebook. “A Antonio Praena he tenido ocasión de conocerlo después en una lectura que él hizo en Oria. A Trinidad Gan si no pasa nada la conoceré personalmente el jueves”, reconoce.
Gracias a estas mismas redes sociales podemos igualmente conocer lo que opinan de la obra de Martín otros autores como José Antonio Sáez, Pilar Quirosa, José Luis Morante y José Antonio Santano que han realizado sus reseñas literarias de los poemarios que ahora se presentan en Granada y próximamente en el Ateneo de Barcelona, Café literario Malvarrosa de Valencia o en la Biblioteca de Lengua Española de Lugano (Suiza).
De ambas obras indica que forman parte de una trilogía con “Azul es el color de los desheredados”. Así en el poemario ‘Setecientos versos para Maindra’ va revelando en pequeños flashes “una historia de amor adolescente vivida al otro lado de la frontera” al estar compuesto de “poemas confesionales que emergen desde la nostalgia. Versos de un amor que pudo ser y no fue”. Pilar Quirosa-Cheyrouze afirma de este poemario que “traduce el sentimiento volcado en la esencialidad del ser, en el culmen de la fuente amorosa que se interna como savia, por esos setecientos versos, a través de la memoria”. Por otra parte bajo el metafórico título de ‘El tren de la lluvia’, recoge poemas biográficos aunque «en líneas generales no podemos decir que éste sea precisamente un libro autobiográfico, más bien todo lo contrario».
Poeta social
Etiquetado como “poeta social” recientemente reconocía que “cuando escribo un poema lo escribo motivado por una emoción, por un sentimiento, por un algo, si ese algo es causado por una emoción de injusticia que han sufrido otros y a mí me repercute, entonces se diría que es poesía social, si la emoción viene dada por un encuentro amoroso, diríamos que el poema es de corte amoroso y así sucesivamente”. Optimista respecto al futuro de la poesía pese a reconocer que es un género minoritario considera que “la poesía está y ha estado siempre como un medio más, capaz de contar historias y transmitirlas con ese plus que da la musicalidad y la belleza en el verso, esto sólo lo concede la poesía”. A modo de lema manifiesta que “hay que hacer una poesía de gran calidad, pero utilizando el léxico coloquial de la calle”.
Martín Torregrosa reconoce haber sido «intermitente, sobre todo al principio», y «haber sufrido un período de aprendizaje larguísimo» al tiempo que afirma preferir la poesía frente a la prosa porque “le permite buscar su propio mundo en un espacio más reducido además de controlar más el oficio y ser más disciplinado”. Así mismo, se considera incapaz de escribir una novela, aunque no descarta el relato, está embarcado en la actualidad en dos libros infantiles. Además de los citados es autor del poemario ‘Lazos de Sangre’ (Instituto de Estudios Almerienses, colección Alfaix, 1997), con el que obtuvo el premio ‘Jornadas por la Paz’ en Zúrich.