“Mi deseo por escribir se inicia estudiando bachillerato pues teníamos un grupo de poesía que publicábamos la revista ‘Redondel’. Eran los años 60”. relata el autor que en la siguiente década participaría en otra revista llamada ‘Naceres’ y en los 80, en la colaboración de la Universidad, ‘Anúteba’, que “contó con una gran participación y un ambiente acogedor aquí en Granada”. A ella le seguiría su participación en la revista ‘Alhef’ compuesta por un grupo de la calle Molina y Pepe Varos como director. Este poeta y licenciado en Historia del Arte que al finalizar segundo de esta carrera “estaba cansado por lo que se quiso olvidar de todo” se marchó en un viaje por el Mediterráneo “sin destino definido” que duró un año y medio durante los cuales llegó “a trabajó en barcos, cuando no había dinero”. Ahora huyendo del mundanal ruido reside en Moraleda de Zafayona donde “apacienta sus soledades con pocos amigos y muchas ansias”. En su opinión “la soledad hay que trabajársela porque es muy bribona y necesita todo el tiempo para ella. Tiene la parte positiva de que ayuda mucho a conocerse a sí mismo”.
También que deja tiempo para la creación literaria pues le ha permitido dar forma a seis decenas de sonetos que presentó a Dauro siendo consciente de que “hablar de sonetos en los días que vivimos, es un poco fuente. Es muy difícil que se escriban sonetos, creo que el soneto es un templo con catorce columnas, o diecisiete si se se quieren añadir tres, con una cámara secreta en su interior. El soneto son las palabras y el perfil pero hay que leerlo por dentro para abrir esa cámara”, apostilla. Al interrogarle por su denodado interés por esta forma estrófica indica que le fue inculcado por su maestro al que le agradece su vocación artística, José Sierra Cortés, que ignora donde está y que fue “mi primer maestro y quien me inició en el arte, la música y la pintura”. Precisamente estos son tres de los cinco oficios a los que dedica su poemario pues le añade la arquitectura y la escultura. Oficios artísticos que tiene claro le han hecho gozar y feliz en la vida y por ello quiere brindar este homenaje y reconocimiento a los maestros y las obras motivo por el que está dividido en dos partes.
Lorca y la Alhambra
En el primero titulado ‘Retratos’ y subdividido en tres oficios (música, pintura y poesía) y en cada uno de ellos diez creadores universales. Entre los músicos dedica sus sonetos a Antonio de Cabezón quizás el menos conocido, que fue músico de Felipe II que se quedó ciego, luego Vivaldi, Bach, Mozart, Beethoven, Tchaikosky, Debussy, Falla , Elvis Presley y Camarón de la Isla con los que ha querido hacer “como un resumen de todos los que a mi me han interesado y que conoce la gente”. Le siguen los pintores desde Da Vinci a Picasso pasando por Buonarotti, Sanzio, Ribera, Velázquez, Rembrandt, Goya, Cezanne y Van Gogh. En cuanto a la poesía que inicia con Virgilio y completa con Li-po, Dante, Garcilaso, San Juan de la Cruz, John Keats, Baudelaire, Rilque, Juan Ramón y como no podía ser de otra forma concluye con Lorca.
En el segundo bloque -arquitectura, escultura y pintura- ofrece las visiones del autor acerca de manifestaciones y obras artísticas del hombre en cada una de ellas ordenadas cronológicamente. Así en la primera incluye sonetos dedicados a la Gran Pirámide junto con otros al Partenón, Panteón, Catedral de León, Taj Mahal o la Alhambra, entre otros. En el segundo al busto de Nefertiti, Pórtico de la Gloria o El Pensador, en tanto que en el tercero se inicia con el dedicado a las Cuevas de Altamira para concluir con el cuadro de Picasso, ‘Señoritas de Avignon’ y en el que igualmente ofrece su soneto a ‘La Trinidad’, La Gioconda, Las Meninas, Los girasoles o El Grito. Del texto incluido ‘Museo de universal exultación’ de Jose´Antonio González Núñez que a modo de prólogo, introduce la obra afirma que “es redondo y una maravilla” escrito por “un apasionado lector que sabe mucho de casi todo y amante del arte y de la belleza”. Respecto a lo destinatarios ideales de su libro afirma que “animo a todos pero en especial estudiantes pues comprenderán muchas cosas del arte”.
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Título: Cinco oficios. Retratos y visiones |
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