Esta iniciativa responde al deseo de colaborar con el proyecto “Zapatos Rojos” que tuvo su primera edición en el año 2009 en Ciudad Juárez (Méjico). Fue la artista Elina Chauvet, tras sufrir la pérdida de su hermana, víctima de la violencia de género quien, en un intento de denunciar el silencio y la insensibilidad de la población ante el feminicidio y las desapariciones de mujeres y niñas en su ciudad, ideó esta campaña.
Para ello, creó una red de acogida de zapatos en donde las mujeres que querían participar en el proyecto los donaban, y pintaban de rojo, luego eran colocados en una amplia plaza o calle como si estuvieran caminando, en un intento de visibilizar todo el conjunto y representando cada zapato a una víctima de violencia, de feminicidio o de desaparición.
La campaña es denominada así, puesto que los zapatos son considerados como un icono femenino que representa a la mujer desde un punto de vista estereotipado, pero además, es el objeto común y principal que suele encontrarse junto al cuerpo de la víctima de asesinato o, en ocasiones, es la única pista que aparece para iniciar las investigaciones en muchas desapariciones. El color rojo, hace referencia al color de la agresión, de la violencia y de la lucha.
Según Amnistía Internacional, existen más de tres mil mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, la mayoría de los casos, están sin resolver y alrededor de ciento veinte desapariciones de mujeres y niñas que día a día, van aumentando.
Los zapatos donados por el profesorado y alumnado del IES Politécnico Hermenegildo Lanz, se unirán a otros muchos procedentes de diversos centros educativos, de colectivos ciudadanos, de la universidad, para que a finales del mes de junio formar parte de un acto público, en Málaga, similar a los que ya han tenido lugar en países como Italia y Reino Unido.
(*) María Simón López, profesora de Geografía e Historia y responsable del Plan de igualdad entre hombres y mujeres en la educación del IES Politécnico Hermenegildo Lanz.
