También le pedimos nos ofrezca algunos detalles biográficos. Así sabemos que el actual propietario es granadino de la calle Elvira. En su trabajo, -es prejubilado de Caja Granada-, todo el mundo decía «me voy a mi pueblo. Yo, al no tener pueblo, me busqué uno de adopción que es El Padul. Estoy encantado de la vida de estar aquí, por sus gentes y la acogida que dan a los forasteros. Llevo 14 años y en la gloria». También comenta que los coches le han gustado desde siempre, y, además, su suegro era mecánico. Su pasión por los clásicos le ha hecho reunir tres vehículos, en concreto,
un Seat 600D de 1968, un Renault Dauphine del 62, ambos con matrícula de Granada, pues esta es una de sus obsesiones. «Me gusta que tengan la matrícula de Granada pues pertenecen al patrimonio de la ciudad de donde han salido. Por eso, éste -en referencia al Opel Regent- al verlo en Logroño pensé qué hace un granadino tan lejos y fue lo que me hizo ir a comprarlo», cuenta.
Ahí no terminan las casualidades ya que además de estar matriculado en esta ciudad está la coincidencia del nombre y apellido del primer propietario.«Mi abuelo era de Motril y se llamaba Francisco Vallejo Odas, y a través de amigos he comenzado a hacer investigaciones para ver si hay alguna relación, pues sería el colmo de los colmos que hubiese pertenecido a un pariente». Lógicamente antes de adquirirlo tuvo que convencer a su mujer pues «no era otro coche más ya que este tenía que ser mio por las condiciones que sabía jamás en la vida se me van a presentar». También el vendedor se alegró de venderlo y que fuera un granadino quien lo comprase, pues cuando cerraron el trato cogió el anuncio que había puesto en Internet y le colocó el letrero de «Vendido, vuelve a su tierra». Retorno que hizo desde Logroño «con mucho mimo y cariño», para lo que se alquiló una batea en exclusiva.
Llegado a este punto le preguntamos por el precio a lo que responde que «una vez que estén terminadas las cosillas que tiene para reparar de pintura y mecánica rondará las 18.000 euros». También nos muestra toda la documentación que califica como «un dossier bastante curioso», compuesto por la foto del primer comprador, fotocopia de la Delegación de Industria de Granada de abril de 1940, impresos originales de la Jefatura de Tráfico y carta de la Gestoría Vázquez Sáez de Motril, ambos de 1979, fecha en la que se vendió a la familia de Logroño,.. En cuanto a las curiosidades nos comenta que los dos claxon eran un extra, los dos limpiaparabrisas cuentan con un motorcito en el cristal y cómo el segundo va traccionado por el primero. También explica que tiene un motor de 1800 de seis cilindros, cuatro velocidades, a lo que añade que «la verdad es que en aquella época la primera y la segunda no servían pues con la tercera y cuarta iba a todos los sitios. Tiene muchísima fuerza y su consumo ronda los 10 u 11 litros a los cien kilómetros». Igualmente señala que todas las piezas son originales, salvo los intermitentes que espera sustituir por otras más acordes con la época de fabricación. También indica que «los frenos son de varilla por lo que hay que tener mucho cuidado». Cuenta con volante de madera y como extra lleva un reloj de cuerda, que suele durar una semana y dispone de luz de posición trasera sólo en el lado izquierdo.
Próxima entrega: Sergio Martín y su Guzzi Hispania 49
Candados, máquinas de coser y bicicletas
Adam Opel (1837-1895) comenzó de aprendiz en la fabricación de candados. Con 26 años montó su propia fábrica de máquinas de coser y en 1886 se iniciaría en la fabricación de bicicletas convirtiéndose en el mayor fabricante de bicicletas del mundo. Tras su muerte sus cinco hijos deciden aventurarse en la fabricación de automóviles y adquieren en 1897 la Anhaltische Motorwagenfabrik, empresa alemana pioneras en la ingeniería de automoción. Dos años más tarde comienza la producción de coches en Rüsselsheim. En 1924 Opel invierte un millón de marcos en la modernización de su manufactura. A finales de 1930 presenta el 1.8 Litros, primer modelo fabricado en la etapa americana de Opel que se fabricaría de 1931 a 1933. En 1932 renovó la gama con la fabricación del 18 C y 18 N, ya con cambio de cuatro marchas y algunos retoques en la carrocería siendo muy demandados por su resistencia mecánica y precios competitivos pues eran los seis cilindros más baratos del mercado alemán. |
VER GALERÍA DE IMÁGENES: