Libro corto de apenas 54 páginas, textos iniciales incluidos, en el que se pueden rastrear ideas de Bukowski, Junger, Cioran, Lacan o Kierkegaard. De igual forma, como afirma Pérez Andreo, la emotiva historia narrada «no dejará de evocar a ‘Juan Salvador Gaviota’ y su ansia de libertad. También recordará la magna obra de Saint Exupéry y las ingenuas reflexiones de un ser extraño a un mundo que no está hecho para él».
Por su parte, Manuel Moyano califica de «hermoso libro escrito como un largo poema en prosa» en el que nos ofrece «una fábula y lección de vida» para la que utiliza una hembra de halcón que realiza su vuelo final con el aliento de la muerte a sus espaldas. Como ilustraciones cuenta con una portada diseñada por Óscar Gil en la que se reproduce una imagen que recuerda a Ícaro volando entre las nubes y en el interior 18 ilustraciones de Ana María Abellán.
Por su parte, el cardenal Estepa Llaurens manifiesta que en la obra de García Carbonell «descubro su experiencia del sufrimiento y su espiritual madurez que le hace seguir adelante» ya que el autor es enfermo renal crónico lo que le llevó a escribir su anterior obra titulada ‘El mundo de unos pocos (los enfermos de hemodiálisis)’ (2012). Igualmente Francisco Martínez afirma «desde estas bellas páginas, leo con unción, no solo sus sentimientos, sino, lo que es más profundo, su experiencia desde la esencia de la hemodiálisis o la esperanza de un inmediato trasplante renal». Este granadino, licenciado en Teología y que forma parte del Círculo Podemos para la gente discapacitada de Mazarrón, es autor así mismo de otros dos libros ‘Los renglones mentales del inspector Borrought’ y ‘¿Monseñor Lardin creía en Dios?’ (2011).