Este libro se abre con ensayo misceláneo de carácter antropológico, histórico, filosófico y literario, que más que aportar claves interpretativas sobre el libro, sirve de contrapunto a la serie poemática, organizada en torno a distintos oficios u ocupaciones (pastor, cazador, zahorí, vendimiador, sacerdote, panadero, apicultor…). Entre las muchas sorpresas que encierra esta obra, destaca el poema-río (o poema-vía) que abre el conjunto, titulado «El sereno», cuyos más de cuatrocientos versos suponen un consciente ejercicio de oposición contra ciertos registros de la postmodernidad, recuperando así la tradición del poema extenso cultivada por Dante, Wordsworth, Whitman, Mallarmé, Elliot o Huidobro, entre otros.
Pablo Acevedo nació en 1977 y es doctor en Literatura Española por la Universidad Complutense de Madrid y Licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por esta misma Universidad, así como en Filología Hispánica por la Universidad de Córdoba, ciudad donde reside, ejerce como profesor de Lengua Castellana y Literatura. En 2001 publicó su primer poemario, Onirisma (Dauro) a los que siguieron ‘Cazamariposas’ (Calima, 2006), ‘Estrella varada’ (Polibea, 2012). Asimismo es autor de varios ensayos y estudios crítico-filosóficos como ‘Estética del caos’ (en preparación) y ‘La red o la llama’ (inédito).
Juan Peregrina comparte lo último que han escrito sobre Acevedo y su libro: «La poesía de Pablo Acevedo explora el misterio que se muestra en todos los microespacios que conforman el territorio de la cotidianeidad. El yo poético asume la otredad en distintas ópticas desde las que pluraliza la mirada sobre la realidad. Mirada descentrada y periférica, pues es la heterodoxia el signo de una poética crítica y, a la vez, metafísica, que intenta desvelar la radical soledad del ser social. Los oficios es un canto a los símbolos de la marginalidad (el sereno, el vendimiador, el pastor, el zahorí, el payaso o el vagabundo) oficiado mediante un lenguaje que subvierte la semántica referencial para erigirse en signo paradójico, donde la escritura se concibe como aventura que delimita espacios abiertos en la expresión poética.» Rafael Mesado Gimeno, escritor y crítico literario. |
CINEGÉTICA no es una imagen determinada lo que deseo, sino el grupo maravilloso de todas las posibles. La Poesía es territorio de caza superior. Cuando me aventuro en la noche, Después debo cobrarme La palabra no es el blanco,
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Imagen: El profesor y poeta, Pablo Acevedo, en una fotografía de Pilar Mayorgas