La posibilidad de exponer en el centro hospitalario le surgió cuando Chema Cotarelo le propuso mostrar una selección de su obra que bajo el título de ‘Paisajes al cuadrado’ fue inaugurada por el gerente del Hospital, Manuel Bayona, que le hizo entrega de una placa y un diploma de agradecimiento «por su participación en la exposición de pintura y por su aportación a los fondos culturales del Hospistal Universitario San Cecilio y Virgen de las Nieves».
En concreto, el número de obras de Carmen Martínez es de 25 obras que ha captado «desde mi ventana que son los ojos, y luego en el estudio tengo una nueva ventana por la que vuelvo a reinterpretar lo que he visto antes por lo que el paisaje se convierte en otro paisaje. Si al día siguiente tengo otra ventana mental pueden salir otros paisajes, por eso les llamo paisajes al cuadrado, pues sin perder el anterior quiero que se vea el nuevo». Así mismo, reconoce que le gusta mucho el retrato que es lo que más he hecho desde pequeña y en su juventud ya que pintaba a sus compañeras, a los novios de sus amigas, y a los profesores si estaba aburrida en clase «con el reto de hacerlo bien, no de burlarsme pues mi reto es conseguir el gesto y forma de ser que tiene la persona».
En las obras expuestas se puede observar una gran riqueza cromática de paisajes urbanos, marinos y rurales. Junto a ellas muestra el atractivo que siente por las columnas pues «aunque son un objeto muerto es algo que está muy vivo, me producen calor a pesar de estar frías y me dan ganas de abrazarlas. Ha habido un tiempo en el que yo he estado obsesionada por este tema pues me gusta mucho lo que me transmite una columna al igual que ocurre con las puertas, pues hay objetos que parecen que hablan solos».
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Apasionada por el dibujo
Esta profesora nacida en Barcelona que con siete años se trasladó a Granada indica que su interés por la pintura, sobre todo por el dibujo, arranca en su niñez, especialmente tras ganar un concurso de Coca-Cola a la edad de 9 años, lo que hizo que se lo tomara con más en serio. Así mismo, indica que intenta inculcar a sus alumnos su interés por el arte «para que nos hagan el mundo más bonico». Respecto a sus maestros señala que es «todo aquel pintor del siglo XX que hizo su aportación a la pintura clásica» pues cuando empezó a estudiarlos se dio cuenta de que «todo era válido y depende de las ganas que se le ponga. La esencia del arte muchas veces no está en hacer las cosas parecidas a algo que existe. Lo que convierte a una obra en arte no es el tema sino el cómo lo expresas pues puede haber sensibilidad en un trazo, una mancha o un color». Por eso señala que sus preferencias a la hora de pintar «no se pueden encasillar ni en el impresionismo, ni en el expresionimo ni en el abstracto puro, todo es válido, tiene su porqué y depende de la persona que lo mire». Carmen Martínez ha dedicado muchas a la pintura y ha participado en varias exposiciones individuales y colectivas celebradas en Madrid (1990), Sevilla y Plasencia (1993), Granada (1998), Barcelona, Milano (Italia) o Málaga (1999). Así mismo, fue primer accésit en Juveándalus’91, participó en una exposición de cerámica y escultura en la sala Bisbal de Tarragona y este año colabora en un proyecto educativo de ilustración de cuentos.