«Alicia surge al descubrir cómo se generan los relatos de la subjetividad: lo que decimos de nosotros mismos, de nuestro deseo, del sentido de nuestra existencia, en una sociedad de permanente conexión. Igualmente de descubrir la fuerza económica y de control de los cuerpos y su sexualidad, de la pornografia en internet», explica el autor antes de añadir que el proceso creativo ha estado marcado por lecturas e intervenciones, para lo que creó perfiles de twitter para los dos personajes del poemario, además de trabajar con autoras que trabajan críticamente la sexualidad. «Con todo este material, empecé a concebir la relación entre una ciberprostituta y un adicto al porno como una metáfora de pensar, actuar o simplemente vivir el nosotros», añade.
Alejandro Ruiz Morillas que se ha formado en teatro social en el Teatro de la Escucha (Sala Metáforas, Madrid), se dedica a la intervención educativa y artística con personas en riesgo o ya en realidad de exclusión. Así mismo, es miembro de la asociación Iniciativas Educativas y de la plataforma A Desalambrar. Inició su andadura literaria como autor de panfletos en el movimiento estudiantil y sociopolítico granadino. Con anterioridad ha publicado ensayo y poesía en diferentes revistas, entre las que destaca la Revista Laberinto, así como los poemarios ‘18013’ (Granada Literaria, 2005, que fue accésit del II Premio Javier Egea, ‘Las mujeres no existen’ (2009),que desea evidenciar la violencia estructural de nuestra sociedad utilizando como símbolo las desapariciones y asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez (México), y ‘Ciudad refugio’ (2015) que fue accésit del premio ‘Impresor José Andrade Martín’.
Junto a Alejandro Arozamena forma parte del movimiento Cubofuturismo ChaVacano. Respecto a los destinatarios de su poemario señala que cree puede interesar «a quienes deseen cuestionarse la función del porno y de las formas de dominación que vivimos hoy, de nuestra dificultad para la libertad, y, sobre todo, a quienes quieran acercarse a la poesía como algo útil, que abre preguntas en nuestro día a día».
