Fue en 2012 cuando llegó a su manos en unas condiciones más que lamentables lo que nos demuestra facilitándonos varias imágenes. Tras buscar por toda Andalucía, Ángel se entera de que en el cortijo ‘Cantarranas’ de Pinos Puente había uno como el que estaba buscando. «Pese a tener óxido por todas partes, faltarle piezas, quedar solo las llantas y estar hecho una pena, lo pagué caro porque tenía tantas ganas de tenerlo que no me lo pensé y pagué lo que me pidieron por él, 4.000 euros», indica antes de añadir que para su puesta a punto ha requerido más de doble, por las horas que le ha tenido que dedicar, pero que da por bien empleadas pues parece imposible que haya vuelto a rodar con su característico sonido de motor.
«Hay otros más antiguos, pero este es especial, porque es de un solo pistón que lleva en horizontal, es de dos tiempos, arranca a gasolina, y después pasa a gasoil, no lleva cárter de aceite, siendo el engrase por goteo a la biela y al motor y por medio de la bomba lo vuelve otra vez al depósito», comenta ufano. Después añade que «en Alemania y Polonia estos tractores los tienen como joyas. Polonia lo copió de los alemanes con el nombre de ‘Ursus’ y lo mismo Argentina, con el nombre de ‘Pampa’».
Cuando le interrogamos acerca de su uso responde que «por el gusto de tenerlo, verlo y arrancarlo de vez en cuando. También de llevarlo a cualquier concentración aunque tenga que recurrir al alquiler de una grúa pues no lo puedo llevar de ninguna otra manera para que pueda ser disfrutado por otros aficionados». Así mismo nos cuenta algunas de las adaptaciones que le ha hecho como dotarle de una especie de maletero para meter la batería que finalmente lleva en la cesta de mimbre o el origen de las dos grandes bocinas, regalo de su hermano que adquirió en un mercadillo de antigüedades de Maracena.
Otras de las adaptaciones más visibles son los estribos para poder acceder a la cabina, ya que con anterioridad estaba abierta por detrás y contaba con un solo asiento. El resto conserva su aspecto original con acelerador manual, tres marchas hacia adelante y otra hacia atrás que se convierten en cortas y largas, intermitentes, luces, luz de frenado,… En cuanto a la velocidad máxima que puede alcanzar indica que es de 20 km/h pues cuenta con una potencia de 38 CV. En el exterior, sobre el motor se puede ver el termómetro que marca la temperatura del agua y que avisa cuando hay que parar que se refrigere. Toda la familia de Ángel comparte con él esta afición por lo que suelen acompañarle en sus salidas.
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El Lanz Bulldog, desde 1921
La producción del Lanz Bulldog por Heinrich Lanz AG de Mannheim, en la región de Baden-Württemberg, en Alemania, se remonta a principios de1921. En 1956 la Deere & Company adquirió Lanz, utilizando el nombre de ‘John Deere Lanz’ como nueva línea de producción de los viejos «Heinrich Lanz». En 1960 Deere & Company optó por cerrar la producción de Bulldog y el nombre Lanz cae en desuso. La clave de su éxito se basó en que era un tractor poco costoso, simple y de fácil matenimiento. Contaba con un motor de dos tiempos con un único cilindro horizontal. Inicialmente el motor era de 6,3 litros y 12 CV, sucesivamente se fue fabricando más grande, llegando a los 10,9 litros y 54 caballos. El Bulldog es también similar al producido por la marca Marshall Field, en Inglaterra. En nuestro país fue fabricado en Getafe por la empresa Lanz Ibérica S.A. desde 1956 a 1963. Próxima entrega: Miguel Ángel Martínez y sus ‘cuatro magníficas’ Guzzis |
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