Después, a través de Carlos Aravaca, presidente del Club de Automóviles Veteranos de Granada, al que pertenece desde 2007, conocería al propietario del Rolls Royce que lo tenía en venta con el que llegaría a un acuerdo económico y se lo compró. Corría el año 2011 y se reserva el precio que abonó por el mismo. En ese momento «estaba un poco averiado» pues llevaba tiempo sin usarse por lo que tuvo que realizar distintas reparaciones como, por ejemplo, la culata, el motor de arranque, la dinamo,… Una vez arreglado este vehículo de cinco plazas, «unas veces por compromiso y otras para costear los gastos de mantenimiento», lo alquila para alguna que otra boda.
Soberbio vehículo del año 1936 que llama poderosamente la atención allá por donde va como pudimos comprobar durante el trayecto y mientras realizábamos las fotos a las puertas de Monasterio de la Cartuja. Entre las distintas singularidades indica que cuenta con una sola luz de cruce, en el lado del conductor, por lo que tenía otra de apoyo en el centro. También tiene dos grandes faros, marca Lucas para las luces largas. Otra curiosidad es que cuando el coche está frío la rejilla del radiador se cierra y cuando está circulando se abre. Su motor es 25,30 sedan, seis cilindros en línea, 4.200 cc aproximadamente y unos 60CV. Su chasis es de aluminio pese a lo cual la tara es de 1.750 kilogramos, mide 4,93 cm de largo y 1,88 de ancho. La velocidad máxima que alcanza ronda los 90 km/h, «sin ningún problema. El consumo medio está entre los 14-16 litros». El lugar más lejano al que ha viajado Antonio desde que es de su propiedad ha sido La Puerta del Segura (Jaén), pues sirvió para llevar a altar a la novia de su hijo.
Antonio guarda una copia de los planos del vehículo cuya fabricación se inició en 1935 y del que nos muestra en el que se puede leer que fue un diseño especial de Sir Albert Bingham al tiempo que nos cuenta que cada propietario le añadía detalles a su gusto. Así por ejemplo, el suyo tiene una pequeña ventana en el techo para poder permitir la entrada de aire a los pasajeros o ver las estrellas por la noche. Lógicamente por su origen el volante está a la derecha y en el centro del mismo tiene el avance, que permite un mejor arranque, el gas de mano, el claxon y la regulación de la suspensión en función del giro a la derecha o a la izquierda. La tapicería se ha sustituido respetando el color original. Antonio posee además un Ford V8 del año de 1935 y un Mercedes Pagoda con los que suele participar con su Club participa en las distintas concentraciones y rutas. Antes de despedirnos nos cuenta que la mayoría de los Rolls Royce son más limusina pero el suyo tiene más espacio en la parte delantera lo que entiende se debe a que el propietario lo quería para conducirlo personalmente.
El color de las RR y la señorita voladora «Las RR pueden ser rojas, una R roja y otra negra o las dos negras lo cual significa que los fabricantes del Rolls Royce eran dos socios, cuando murió uno se pintó de negro una y al morir el segundo, las dos se pusieron en negro», nos explica en tanto que señala estas letras que aparece bajo el estilizado símbolo de Rolls Royce, conocido como el ‘Espíritu del Éxtasis’. Este adorno que va en la parte delantera del capó tiene la forma de una mujer inclinada hacia adelante con sus brazos extendidos sobre ella hacia atrás. Un gran trozo de tela ondulada recorre sus brazos y atraviesa su espalda, recordando a unas alas. Conocido también como «Emily», «Silver Lady» («Señorita de Plata») o «Flying Lady» («Señorita voladora»), fue diseñado por Charles Robinson Sykes y simboliza una historia de pasión secreta entre John Walter Edward Scott-Montagu, (segundo Lord Montagu de Beaulieu después de 1905, editor de la revista especializada ‘The Car’ desde 1902) y su amor secreto y modelo del emblema, Eleanor Velasco Thornton. Próxima entrega: Javier Molina del Pozo y su Mercedes 220S Ponton de 1959 |
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