El memorable trabajo de José María Carulla (1839-1919) de versificar la Biblia no le valió para ganar la gloria como poeta, pero su labor ha quedado registrada en el lenguaje popular como sinónimo de labor farragosa o incomprensible o para hablar de un encargo trabajoso e inútil. Lo que tal vez desconozcan muchos granadinos es que el origen de esta expresión está en esta ciudad pues aquí es donde este abogado, periodista y escritor que nacido en Igualada (Barcelona) vino a encontrarse con su hermano José Antonio, sacerdote, canónigo doctoral y capellán de los Reyes Católicos y donde llevó a cabo su original versión en liras de la Sagrada Escritura en 73 libros, 1311 capítulos o lo que es lo mismo, 268.210 versos, repartidos en 53.642 estrofas. Así lo recogen José Antonio Mesa y José Luis Garzón, tras «unos cuantos años de investigación» en los repasan la vida y obra de este curioso personaje que murió en Granada el 5 de febrero de 1919. Según sus autores, el objetivo del libro ‘La Biblia en verso. Tras los pasos de José María Carulla’ (Ed. AVM), está «en el mal trato y falta de objetividad del que ha sido objeto este personaje».
Con independencia el interés de Carulla y de su arduo trabajo que le ocupó durante siete u ocho -en un principio él calculaba que podían ser trece o catorce- lo cierto es que esta publicación puede servir de modelo de investigación local por la cantidad de fuentes y rigurosidad a la hora de ofrecer conclusiones. Ilustrada en portada con un cuadro de Gabriel Morcillo que viajó con su creador hasta Madrid en 1915 para pasar a propiedad del Museo de Arte Moderno de la capital en 1922 donde permanece hasta 1934 y desde aquí pasar a Málaga y aterrizar a mediados de 1942 en el Museo de Bellas Artes de Granada, donde continua, aunque no expuesto. Carulla que por su ideología ultraconservadora y personalidad se granjeó numerosas burlas entre sus coetáneos tiene también autores que lo tratan de forma ecuánime. Así lo entienden Mesa y Garzón cuando reproducen la semblanza que le dedicó el periodista Pedro Gómez Aparicio que comienza con «era don José María Carulla un tipo extraordinario en el que extrañamente se mezclaban la religiosidad, el iluminismo, la inspiración, la audacia, el quijotismo y la absoluta falta del sentido del ridículo y de la realidad». Aclaran que muchos de sus contemporáneos «lo veían como un loco pero de loco no tenía nada» y coinciden «en que al tratarse de un personaje poco conocido y tergiversado estaba necesitado de que se le hiciera un estudio objetivo. Hemos procurado ponerle en el lugar que le corresponde, aparte de su calidad como versificador».
Ese fue el punto de arranque de este libro en el que se repasa con detalle la vida de Carulla, tanto como persona (primer capítulo en el que abordan su nacimiento, traslado a la capital de España, venida a Granada, tardío matrimonio con una mujer a la que le lleva 30 años hasta el final de su vida), también como personaje (aspirante fallido a zuavo pontificio, viajes a Italia para sus audiencias papales con Pio IX, León XIII y Pío X y sus publicaciones periodísticas), así como un completo repaso a su producción literaria, tanto en prosa como en verso e incursiones en el mundo de la dramaturgia. Luego vendrán los capítulos dedicados al laborioso trabajo de la Biblia en verso que concluye con un epígrafe dedicado a su adquisición por parte de la abadía del Sacromonte en febrero de 1917. Originales, con sus correcciones y tachaduras que han podido ser consultados por los autores que los agradecen las facilidades brindadas por el rector de la misma, Juan Sánchez Ocaña, así como por la profesora María Luisa García Valverde.
«Al parecer accedieron a comprársela por la mala situación económica en que se encontraba y acordaron pagarle 400 pesetas que debía ser mucho dinero en aquella época», añaden. «La Biblia en verso es lo que más popularidad dio a Carulla», afirman los autores al tiempo que aclaran que versificó toda la Biblia. Viejo y Nuevo Testamento, aunque solo publicó los primeros libros en la revista «ultracatólica, apostólica y romana» ‘La Civilización’ que se editaba en Madrid, pero que dejó de publicar tras sacar el libro de Judit, hecho por el cual algunos consideran que no fue capaz de concluir su propósito.
Curiosidades
Entre los capítulos curiosos el libro está el dedicado a su también poco fructífera labor como dramaturgo pues tradujo varias obras del italiano y compuso ‘La mujer rica’ que le dio más de un quebradero de cabeza pero que llegó a conseguir que se representara en Madrid,… aunque solo se dieran tres funciones. Igualmente el capítulo titulado ‘Memoria de Carulla’ en el que, además del episodio referido al cuadro realizado por Morcillo, se completa con otros sobre ‘Carulla visto por Carulla’ y los ‘Gazapos sobre carulla’ en el que se recoge un exhaustivo recorrido por los errores más comunes cometidos por escritores y periodistas de todas las épocas hasta concluir en el acuerdo de la Asociación de la Prensa de Granada que en enero de 1997 aprobaba incluir el nombre de este personaje en el conocido barrio de los periodistas. Se completa la publicación con una interesante selección de textos y amplio epistolario mantenido por Carulla con Jacinto Verdaguer, Luis Seco de Lucena, Pérez Galdós, Menéndez Pelayo, Gabriel Morcillo, entre otros. Para terminar, explican que «el apellido Carulla de esta rama se acaba en Granada, pues tuvo un hijo que estuvo en el ejército y puso una imprenta en la Calle Gracia que a su vez tuvo una hija, catedrática de instituto que murió soltera».
El libro
Autores: José Antonio Mesa y José Luis Garzón, Editorial: AVM Páginas: 278 Precio: 16 euros |