El arquitecto y profesor de esta escuela, Ricardo Hernández Soriano, fue el primero en intervenir para destacar el perfil humano y profesional del homenajeado lo que hizo resaltando la originalidad y novedad de sus proyectos que conseguía por «su sensibilidad exquisita» y por los materiales empleados, pues para él «el material era la verdadera sustancia» lo que no le libró de «injustos y violentos ataques», en especial por su proyecto de la muralla nazarí. Terminó ensalzando su trabajo en la estación del metro de Alcázar Genil, modelo de integración de los muros almohades y donde «la referencia es el vacío el mismo que ha dejado Antonio con su muerte». A continuación intervendría el arquitecto Alberto Campo Baeza quien afirmó que Jiménez Torrecillas era un «pedazo de arquitecto y persona excepcional de voz poderosa y risa sonora». Así mismo, destacó su maestría a la hora de conjugar la arquitectura moderna y tradicional.
Posteriormente se presentó el proyecto de publicación ‘Gracias Antonio! Aprendiendo del Profesor Antonio Jiménez Torrecillas, al que tanto los coordinadores como la rectora animaron a colaborar a los distintos colectivos de la Escuela, indicando que el plazo finaliza el próximo 20 de abril. Así mismo se hizo relación de los distintos premios y distinciones de los que ha sido objeto el homenajeado cuya brillante trayectoria truncó la enfermedad. El decano del colegio de Arquitectos de Granada, Alberto Martínez se centró en la relación del arquitecto con las instituciones colegiales en las que se integró y aprovechó para hacer un breve recorrido por los centros educativos en los que inició su formación hasta llegar a la Escuela de Arquitectura de Sevilla. Así mismo intervino, Emilio Herrera, director de la Escuela quien indicó que conoció a Antonio desde su llegada al tiempo que destacó el entusiasmo que transmitía.
Por su parte el secretario general del Patronato de la Alhambra lamentó no haberlo conocido personalmente pero sí a través de la huella que ha dejado en su obras. Por parte de la Diputación intervino Ana Muñoz, institución que le ha otorgado su medalla de oro por ser un ciudadano comprometido con su tierra, en tanto que en representación del ayuntamiento lo hizo el concejal de Cultura, Juan García Montero, quien manifestó públicamente su compromiso de llevar la propuesta de que una vía granadina lleve el nombre de ‘Arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas’. Cerró el acto la rectora quien también explicó haberle conocido personalmente y a través de su obra. Comentó la experiencia que siente cada vez que visita el Centro José Guerrero, en especial cuando sube las estrechas escaleras y accede a la última planta desde la que el gran ventanal permite contemplar en todo su esplendor los tejados de la Capilla Real.
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