Con anterioridad había autoeditado ‘Una mirada a Huétor Tájar’ (2014) en el que a modo de miscelánea recoge diferentes aspectos de su pueblo natal desde un pequeño bosquejo histórico, las fiestas y tradiciones, la enseñanza, los deportes, sus calles y barrios, y un sin fin de curiosidades que le han servido como entrenamiento para su salto a la narrativa. «Realmente escribo desde siempre. Soy un buen lector y desde mi adolescencia me ha gustado escribir. Lo que pasa es que no me he atrevido a publicar hasta el 2014. Al repasar lo que escribía no me gustaba y lo destruía. Con el tiempo me he ido perfeccionando. Cada vez he leído más que es lo que te hace aprender a escribir», afirma este asesor de empresas y abogado que le ha echado un poco de osadía y se ha lanzado a publicar animado por las opiniones de sus primeros lectores.
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174 páginas
En su segundo libro de 174 páginas distribuidas en cuatro relatos con nombres de persona (Carlos, historias de la plaza Ole; Ramón, en busca de la nada; Carmela, todo tiene su fin, y Daniel, el tesoro del morisco Xavalí) cuenta vivencias cercanas a excepción del último, un relato histórico basado en Hernando Serrano Xavalí que existió en el siglo XVI, a partir del cual crea una historia apócrifa pero bastante creíble. «En los otros relatos se mezclan la ficción y la realidad, aparecen personajes que se acercan muchísimo a familiares y vecinos, algunos de los cuales se nombran con sus nombres verdaderos y otros se camuflan», indica este autor novel que reproduce expresiones locales y recuerdos de la infancia cuando se lavaba con tu-tú, se cazaban pajarillos con tiragomas y en muchos pueblos había un típico alicatado amarillo en el que se veía la silueta de un campesino sobre su caballo y el letrero ‘Abonad con Nitraro de Chile’. También evoca su paso por la mili en la Base Aérea de Armilla donde coincidió con José Antonio García, cantante de 091.
Del segundo relato nos aclara que le gusta la obra de Sigmund Freud y que conoce la enfermedad de Asperger, patología que sufre Ramón, el protagonista y cuya historia incardinó en su pueblo para que llevara la misma línea que el resto de los relatos. En el tercero, compuesto de los textos ‘Paco el Cebollas’, ‘La última taberna’ y ‘Ciudad feliz’, explica que todo los hueteños conocen a Paco pues «es un personaje singular del pueblo, en cuanto a ‘La última taberna’ es un relato que sale desde dentro de mi alma y forma parte del capítulo de las emociones pues mi padre tenía una taberna donde pasé mi infancia». De ‘Ciudad feliz’ resalta las emociones que le movieron a escribir este relato, bastante importante dentro del libro, sobre el abedul, que se convierte en la defensa de unos principios». Un árbol-metáfora defendido por un niño y un madre para que no se arranque. Juan Pinilla, paisano y prologuista de la obra, destaca cómo Huétor Tájar, el pueblo que lo vio nacer está presente en toda la obra y «despertó en él un gusto exarcebado por lo cotidiano, lo rural, por sus gentes y tradiciones». También que el lector que no pertenezca a estos lares «podrá embriagarse sin ambages con el jugo que desprende el corolario socio-sentimental de este bello municipio granadino que emerge de las entrañas de la vega de Granada».
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Ana Morilla impulsa el nacimiento de ‘Artificios’ Ana Morilla nos dice que lo de elegir Artificios para su proyecto editorial no es baladí. La palabra procede del latín, artificium que significa ‘arte, primor, ingenio o habilidad con que está hecho algo’. También es el ‘predominio de la elaboración artística’; y para ella los libros son maravillosos artificios que hace -ya cuenta con dos títulos publicados- con esmero y cuidado. Su puesta en marcha ha sido «cumplir un sueño que acariciaba hace años, cuando estudiaba Filología Hispánica». Añade que su objetivo es publicar buenos textos, ante todo novela, relato, poesía, y temas granadinos, con vocación contemporánea y comprometida. Desde niña es una enamorada de los libros y las revistas, a lo que ha sumado su formación -es doctora en Teoría de la Literatura-, así como sus experiencias en el Aula de Cultura de IDEAL, en la revista granadina ‘Garnata’, y en la Escuela de Escritores de Granada-Valparaíso, entre otros, le han aproximado al mundo de la escritura. Igualmente ha colaborado en proyectos puntuales con otras editoriales granadinas (El Defensor, AVM, Port-Royal,Traspiés…), especialmente con antologías colectivas de relatos, un género que le apasiona y del que anuncia novedades. «Todo me impulsaba a convertirme en editora, camino que emprendo con ilusión y cargada de proyectos que inicio con la presentación de ‘En busca de la nada’ del escritor Víctor Ayllón y al que seguirán muchos más. Para más información y contacto: www.artificios.net
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