«Se encontraba abandonado en un pajar. Junto con un amigo pudimos quitarle la culata y arrancarlo y nos lo trajimos andando. Durante diez años lo he ido reparando hasta ponerlo en funcionamiento. El resultado final no fue satisfactorio por lo que volví a desmontarlo y durante otros cuatro años estuve arreglándolo hasta dejarlo como está ahora», cuenta. También que como no tenía la edad tampoco podía tener carnet por lo que tuvo que ponerlo a nombre de su padre, José Garrido Ruiz. Luego añade que «lo compré en Güevéjar al propietario de un estanco al que pagué 5.000 pesetas, fue hacia 1958. Le tengo mucho cariño pues cuando llegó a mis manos no tenía ni carné». A continuación comenta que de la mecánica e instalación eléctrica se ha ido encargando él, en tanto que el arreglo de la tapicería lo hizo su amigo, Paco de la Chana y de la pintura, Emilio Sola.
Igualmente nos explica que estos modelos son conocidos vulgarmente como ‘Culo pato’ porque la parte trasera se asemeja a la de esta ave acuática y que su motor tiene una potencia fiscal de 5 cv. Según tiene noticia en Granada no hay ninguno, a excepción de los Astorgas de Loja que poseen dos, pero no los tiene en funcionamiento. Con una gran cantidad de papeles en la mano nos va explicando las distintas manos por las que ha ido pasando este vehículo. A saber, su primer propietario fue Francisco Miravent, de Isla Cristina, luego Enrique Martín López, también de esta localidad onubense; Arcadio Aragón, de Huelva; José Otero, de Sevilla; José Soriano, de Alicante y Antonio Molinero Ubago, de Güevéjar que fue quien lo vendió a su padre el 27 de junio de 1958.
Alberto Garrido que forma parte tanto del Club Mercedes Clásicos de Andalucía como del Club de Automóviles Veteranos de Granada suele participar en salidas y concentraciones alternando los coches aunque reconoce que «antes lo sacábamos más. Hemos ido a una pila de sitios». También que «no me gusta ponerlo como histórico, por lo que ahora solo lo saco en concentraciones en Maracena».
Casi 81.000 culo pollos o culopatos Entre 1922 y 1926 se fabricaron 80.759 unidades de Citroën C, conocidos vulgarmente en Francia como ‘ cul-de-poule’ (culo de gallina) y también como ‘Culo pato’. Este modelo original se fue actualizando con el C2 en 1924, que fue a su vez reemplazado por el C3, ligeramente más largo, en 1925. También es conocido como el 5CV debido a la calificación fiscal de su motor de tres velocidades. El autor del diseño de este modelo fue el francés Edmond Moyet, siendo 3,20 metros por 1,40 metros de ancho. Su peso en vacío es de 543 kilogramos. La velocidad máxima de estos vehículos biplaza era de 60 km / h con un consumo de combustible de 5 l / 100 km. En opinión de Alberto Garrido uno de sus inconvenientes es que «tiene solo frenos de varilla en las ruedas traseras». Pese a tener una buena aceptación, el Citroën «Tipo C» no fue rentable por lo que la empresa decidió parar su producción en mayo de 1926. Próxima entrega: Antonio Morales y su moto Ardilla 52 de 1955 |
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