Hace ya casi un año que se propusieron poner en escena esta obra en la que el caprichoso azar ha tenido mucho que ver. Entre otras cosas porque fue quien dispuso que director y actriz granadina con síndrome de Down coincidieran en una representación y tuvieran la oportunidad de conocerse. El veterano director de la Compañía de Teatro José Martín Recuerda, Antonio Morell, celebra que esta «grandísima ilusión se haya convertido en realidad pues era algo que yo no me podía esperar. Elena Parras que interpreta el papel de Ana es una maravillosa actriz, que no se equivoca nunca, tiene una memoria impresionante y dice en su momento justo lo que tiene que decir. Me ha dejado asombrado».
Así mismo, señala que no ha visto la obra interpretada por Concha Velasco que imagina «haría muy bien, aunque la he cambiado mucho. La he podado para hacerla más flexible y liviana y dejarla en una hora y media en lugar de las dos horas». Como buen amante del teatro que enseña y transmisor de mensajes resalta que en este caso se demuestra que «no hay nada que sea imposible en esta vida, que personas con cualquier tipo de discapacidad pueden salir hacia adelante y pueden ser más maravillosas que los que nos decimos normales».
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Muy alegre y autónoma
La regidora, Chiqui Briones, madre de Elena, la califica en su vida diaria «como chica muy agradable, autónoma, muy comunicativa a quien le encanta conocer gente». También indica que es muy presumida, le gusta vestir bien y le encanta la historia del arte y bailar. A ello añade que «últimamente hemos descubierto su faceta como actriz que por lo que se parece se le da muy bien».También el esfuerzo que ha realizado pues los ensayos empezaron hace ya casi un año, así como su paso por el colegio Cristo de la Yedra con cuyos profesores y antiguos compañeros guarda una magnífica relación. Todos los que la han visto en los ensayos coinciden en señalar su «gran naturalidad» a la hora de actuar, su buena memoria y sus deseos de ver cómo cumple su sueño de actuar en un escenario.
Por su parte, Mila Estepa destaca «la fuerza de voluntad increíble de Elena» y el hecho de que nunca se haya enfadado a pesar de que el director le ha pedido que lo repita muchas veces y es que en el fondo «le pasa lo que a mí, adora el teatro». Igualmente califica que su papel como Olivia supone «un gran reto para una actriz. Nunca pensé que iba a tener la suerte de poderlo hacer, tiene tantos matices, está tan lleno de ternura y situaciones increíbles que es un auténtico privilegio», afirma consciente de que la comparación con la gran Concha Velasco será inevitable. «Voy a intentar hacerlo lo mejor posible y no defraudar a la gente que venga a vernos» aclara quien desde hace más de un año, tres días a la semana, dos horas, estén preparando esta obra que cuenta con el apoyo de Ofecum Teatro y que espera llevar a muchos rincones de la provincia. Como responsable del sonido y la iluminación cuenta con la colaboración de Lola Llanzón.