Estaba atendiendo a una señora brasileña en el stand de fuera y al darme la vuelta cual fue mi sorpresa que vi a Mel acercándose al puesto con su novia, la brasileña me miró y me dijo es él y yo le dije “si, es Mel Gibson” entré en la tienda y le dije a mi jefe Bienvenido, que fuera estaba Mel Gibson, y me dijo que le enseñara para que oliera nuestro te Flor de Granada. Al salir la brasileña le estaba diciendo que si podía hacerse una foto con él, pero éste le dijo que no, con una expresión en su rostro de cansancio, supongo que arto de que todo el mundo le dijera lo mismo.
En fin, esperé un poco y con las piernas temblorosas me acerqué a él y su novia y les enseñé la bolsa del té para que sintieran su aroma, éstos me preguntaron que qué era, que olía muy bien y yo les respondí muy amablemente, que era un té verde con la flor del granado, rosas y frambuesa, entonces se interesaron y entraron a la tienda y estuvieron viendo los productos. Mostraron mucho interés y nos hacían preguntas sobre los productos, que qué eran, qué utilidad y propiedades tenían. Y entre Bienvenido y yo les estuvimos explicando en inglés sus preguntas. Compraron unos cuantos tés, entre ellos el Flor de Granada, una mezcla de plantas y algunos accesorios para hacer las infusiones. Cuando cogimos un poco de confianza le pregunté que qué les parecía Granada y Mel nos contestó que es una ciudad maravillosa, muy bonita y que le encanta Granada, entonces con un poco de reparo, aproveché y le dije que si por favor me podía hacer una foto con él, me sonrió y me dijo que sí.
Mientras nos colocábamos se interesó por unas de las plantas que había en la tienda y después me preguntó que cómo me llamaba, le dije mi nombre, Johana y me dijo qué bonito nombre, encantado de conocerte, me dio un pequeño estrujón contra él y de seguido me preguntó que si era de Granada y le dije que si, de Fuente Vaqueros, el pueblo donde nació Federico García Lorca, se asombró y dijo ¡Oh! Lorca, el poeta, ¡me encanta!. Mientras tanto Bienvenido nos echó unas cuantas fotos sin darnos cuenta y después de la pequeña conversación me volvió a dar otro pequeño estrujón contra él, miramos al frente y nos hicimos la última foto. Antes de irse le preguntó a Bienvenido que donde podían ir de tapas a un lugar tranquilo y él les dijo unos cuantos sitios, pero que el más cercano era el restaurante de Siloé. Entonces Mel nos dio las gracias y nos dijo que habíamos sido muy amables con ellos y se marcharon.
Tengo que decir, si me lo permite, que ajena a los comentarios de la prensa, con nosotros fue una persona muy amable y correcta. Yo me llevé muy buena impresión de él y me quedo con que he conocido a uno de los actores y directores más emblemático de la historia del cine.
(*) Johana Capilla Fernández es licenciada en Bellas Artes. Ha trabajando como becaria de restauración en una empresa de Sevilla y en Lisboa en la Fundación Ricardo Espíritu Santo da Silva, en el Museo de Artes Decorativas Portuguesas, entre otros trabajos. En la actualidad trabaja en ‘Medievo’, una empresa de tés y especies, entre otros productos.