Así supimos que Luli, como le conocen en su ambiente familiar, nació en Albacete pues allí estaba destinado su padre, guardia civil de profesión. No obstante, fue en Granada, en la Academia Calderón de la Calle Recogidas, donde realizó sus estudios preparatorios pues su padre quería que fuera maestra. A ella le encantaba venir a casa de sus abuelos en Baza, pues tenían un cortijo en Carramaiza, y los caprichos del destino quiso en que unas vacaciones estivales a Ceuta, conociese en la playa a quien sería su marido, contrayendo matrimonio en menos de un año, siendo en la ciudad ceutí donde iniciaría su faceta de empresaria. «Fue en el año 78, en Ceuta, cuando nace Luli Novias que en 1990 traslado a Baza», nos cuenta quien ha perdido la cuenta de las novias que ha vestido de Baza y su comarca y, a las que, en principio, incluso maquillaba y peinaba pues por entonces no había estos servicios en muchos pueblos. Ahora más desconectada de esta tienda que dirige su nuera, Encarnación García Romo, que estudio Diseño y Moda en Granada, y es «una maravilla llevando el negocio» puede dedicarse a disfrutar de una merecida jubilación.
Quedamos con ella en la calle donde se localiza su establecimiento, cerca del Parque Municipal, y entre trajes de novias, madrinas, damas, trajes de comunión y complementos, no ilustra del vehículo singular que compró en Ceuta donde se comercializó, pero no en España, por lo que mientras no se demuestre lo contrario «es el único es el único Toyota Cressida DX que existe en España».
Respecto a la historia de cómo llegó a sus manos también resulta bastante emotiva ya que en 1982 convenció a su padre para que se lo comprara a su hermano. Indica que su progenitor tenía la costumbre de que si le daba a uno le tenía que dar al otro también y que ella prefirió que no le diese nada y lo dedicase todo a la compra del coche nuevo para su hermano quien lo tuvo durante unos años por lo que «nos daba lástima desprendernos de él por lo que me lo quedé yo». Decisión acertada pues hasta la presente pasa la ITV con normalidad y no tienen problemas de ninguna clase «porque no tiene nada de electrónica». Tan convencidos están de su buen funcionamiento que Luli afirma «este muere con nosotros y pasará a mis nietos porque están enamorados del Toyota».
Cuando le pedimos que nos facilite algunos datos técnicos recurre a la tarjeta técnica donde, además de informar de su primera matrícula y fecha de matriculación, se informa que este turismo de cinco plazas, cuya tara es 1.160 kg, mide 1,680 metros de ancho y 4,5 m de largo. Su motor de cuatro tiempos y 4 cilindros en línea, tiene una potencia fiscal de 14,05 CV. En cuanto al consumo, su marido nos explica que con 25 euros resuelven la ida y vuelta de Baza a Granada. También destaca la dureza de su chapa pues si le dan un golpe -como así ha sucedido en una ocasión cuando fue a recoger a su nieto- «resulta que el que lo da es el que sale perdiendo».
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19 modelos fabricados entre 1997 y 2003 En la página www.carinf.com encontramos una amplia información de esta marca de vehículo, así como las características de los 19 modelos fabricados entre 1997 y 2003, o lo que es lo mismo, desde el Cressida 2000 Estate, 1968 cc, y el Cressida Mark II 2000 EFI GX90, 1988 cc, cuya potencia igualmente oscila entre los 66 kW (89, 76 CV) del primero y los 206 kW (280 CV) del Cressida Mark II 2,5 Intrinca. En cuanto a velocidad se informa que el Cressida Mark II JZX91 puede llegar a alcanzar los 227 km/h gracias a su motor de casi 3.000 cc. El Cressida era la versión de exportación del Toyota Mark II vendido en Japón. El Toyota Cressida 2000 se fabricó por primera vez en 1977, con su característica carrocería tipo sedán, con 4 puertas y 5 asientos en tanto que el Toyota Cressida 1.8 DX es de 1980. El volumen del tanque de carburante es de 65 litros. Próxima entrega: Toni Moya y sus bicis SuperBH y Orbea de los 50
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