La cita con Pedro tiene lugar en las nuevas instalaciones de Dauro localizadas en el número 3 de la calle Estepona, en las que fueran oficinas de la Escuela Internacional de Gerencia. Aquí nos cuenta que su poemario es «como tantas cosas de la vida, fruto del azar» ya que comenzó a materializarse en un encuentro fortuito con una de las propietarias del sello editorial granadino con la que habló sobre la posibilidad de su publicación para cuya cubierta ha elegido un cuadro de Pedro Roldán al que agradece «ese ‘Contraluz’ de la Alhambra, que supone llevar una auténtica joya en la portada». Las primeras páginas van precedidas de sendas citas de Mario Benedetti y Friedrich Hölderlin y de una dedicatoria a su hijo Alberto «en quien me aposento para avanzar en mis limitaciones» que ha sido el autor de varios videopoemas que se pueden ver en el página de Facebook abierta para este libro.
También unas ‘Notas del autor’ en las que precisa el origen de esta obra y en las que aclara que no reniega a ninguna de las tendencias literarias ni a ninguna de las temáticas, ni desatiende compromisos sociales,… pues siempre estará «donde prevalezca la emoción y desde luego la belleza».
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A la hora de justificar sus deseos de escribir recurre a una frase de José Hierro que «decía algo así como que cuando no tengo nada que decir nada digo y cuando tengo que decir pero no sé cómo decirlo pues tampoco digo nada», a lo que él añade «cuando tengo algo que decir, sé cómo decirlo pero no tengo tiempo tampoco digo nada. Ese es el gran problema y es que nos embarcamos en múltiples actividades». Esto afirma quien reconoce que siempre ha sentido que «he nacido sentenciado para ser poeta» pero dado que de la poesía no se puede vivir ha tenido que esperar hasta la jubilación para poder dedicarse más de lleno a su pasión literaria. «Ahora con más madurez, se pueden comprender muchas cosas que en nuestra juventud no se entendían lo que me permite observar la vida desde otros espacios. Cuando la carne está desgastada, la poesía es el refugio ante la realidad dañina y quizás el único refugio que tiene el hombre».
Respecto al título del poemario justifica que en el hombre se dan tres etapas (memorizar, recordar y olvidar), y que el recuerdo es algo que necesitamos para vivir, tras lo que puntualiza «se puede vivir sin recordar lo que no se puede vivir es sin olvido», tras lo que añade que la memoria es muy traicionera, así como de la existencia de recuerdos individuales, colectivos y géneticos. Antes de despedirnos invita a los interesados a asistir a la presentación pues Francisco Trigueros le adelantó que en la presentación «le va a diseccionar» a lo que él respondió que le daba permiso para ello, pues se autodefine como «un alma al descubierto». Un libro que ya está en las principales librerías granadinas y que recoge poemas de reciente factura como ‘Alucinación hinopómpica’, especie de pesadilla que se produce en los momentos anteriores al despertar o unos minutos antes de dormir, junto con otros poemas que estaban en el disco duro del ordenador y que ha seleccionado por su temática.