Mariano Bartolomé Ocete nació en Granada el año 1956. Comenzó a trabajar como maestro en 1977 en los barracones prefabricados del Colegio ‘Fuentenueva’. Allí conoció a la que sería su compañera, María José, maestra en prácticas. Al año siguiente fue destinado a Cogollos Vega.
Posteriormente, se trasladaron a ‘Los Cristianos’ (Tenerife) donde permanecieron tres cursos, acabando la licenciatura de Pedagogía. Volvió a Granada por el concurso de “diezmilista” e impartió docencia en los colegios ‘Miguel Hernández’ y ’28 de Febrero’ de la capital. Fue nombrado director en marzo de 1985 para hacer la escolarización de un colegio nuevo, el Colegio Público ‘Abencerrajes’. Junto con otros compañeros y compañeras procedentes del Colegio ‘Sierra Nevada’, pusieron en marcha un “modelo de colegio diferente” donde alumnado y familias tomaran un papel fundamental en la labor educativa y en el que la escuela se abriera al exterior, abandonando el modelo metodológico clásico basado en el libro de texto como única fuente del saber. Treinta años después esta “escuela” sigue viva.
Quienes, de una u otra forma, hemos compartido con él ese largo camino queremos dejar constancia de su buen hacer, de su compromiso y de su maestría. Qué mejor forma de rendirle homenaje en su jubilación que preparando una actividad-tipo como las que, durante tantos años, han sido el eje de su modelo de escuela: una “salida de trabajo” (que no excursión). Mariano nos ha enseñado que todo el saber que encierra la realidad se puede descubrir por medio de la experiencia. Desde la biblioteca de las Palomas al Albaicín, pasando por el Parque de las Ciencias, recorreremos con él el itinerario por el que la escuela se abre a la vida cotidiana.
Sabemos que deja la escuela, que se aleja de “la tiza”. Pero también sabemos (sus compañeras y compañeros, su alumnado, las familias) que seguimos contando con él. Siempre será un maestro.
Comentarios
2 respuestas a «A Mariano Bartolomé, en el momento de su jubilación»
Mariano, no sabes lo que te echamos de menos.
Mariano yo fui alumno tuyo en el colegio 28 de febrero. Dabas clases de música. Supongo que te acordarás como del bofetón a mano abierta que me diste sin venir a cuento. Pena que ahora no viva en Granada para hacértelo recordar. Quien sabe…Lo que si quiero que sepa todo el mundo es que no eres tan bueno como dicen y si un MALTRATADOR. Seguro que lo habrás hecho con más alumnos.