Esperanza Aparicio: «Hacer llorar es fácil pero hacer reír es muy difícil y ellos lo consiguen»

– Hola, Esperanza. ¿cómo surge la idea de la adaptación?

– Si he de ser sincera la idea no fue mía. Me llamó Juan un día para decirme que Chari había hecho una adaptación pues la obra original tiene tres actos y dura una hora y media aproximadamente. Quedamos, lo vi, me pareció bien y le dije que adelante. Para mi ha sido una novedad que me ha dado ideas para escribir otra obra y un monólogo.

– En cualquier caso, la diversión está asegurada, ¿Verdad?
– Seguro. Al igual que la obra original que se llegó a representar en seis lugares distintos se pretende que la gente pase un buen rato y se ría mucho.

– Chari ¿cómo es una sala del Microteatro?
– La sala es de dimensiones reducidas donde se representa una microobra de entre 10 y 15 minutos. Otra peculiaridad es que los actores se mezclan con el público con el que interactúa y le trasmite las emociones de la historia que se representa.

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– ¿Cuantas funciones realizarán cada noche?
– Se empieza a las 21:20 h y se termina a la una de la madrugada y las funciones son cada 20 minutos, por lo que cada noche ofrecemos seis o siete funciones.

– ¿Cómo es su papel de Mariana?
– Es una señora de 70 años, de pueblo, que está de luto porque es viuda aunque su marido no murió del todo pues se quedó en espíritu por lo que le escucha pero no le puede ver, ni tocar. Ella se siente agobiada porque le da mucho la lata y no le deja vivir tranquila.

– Juan Ángel, ¿qué dificultades han tenido a la hora de llevar a cabo la adaptación?
– Las propias de coger un texto y darle forma para condensarlo en 15 minutos. Cogimos cosas del primer acto, del segundo y del tercero, las unimos y surgió en muy poco tiempo. Después llamé a Esperanza y le pareció bien.

– ¿Tiene algo en común con Rufino, el marido de Mariana?
– Conmigo personalmente no tiene nada que ver. Para meterme en el papel me he inspirado en gente de esa edad y poco a poco hemos ido viendo cómo se podía mejorar al llevarlo del papel a la escena. Rufino, después de haber hecho teatro clásico, se ha convertido en mi primera comedia por lo que tenía cierto pánico. Ahora esperamos que el público se integre.

– ¿Pero de verdad es tan pelma este personaje?
– Ahora con más énfasis pues tenemos que ser más pelmazos en menos tiempo. Durante toda la vida mi mujer ha estado protegida por mi y ahora no deja nada en paz.

– ¿Pueden darnos cada uno una razón para no perdernos esta representación?
– (Esperanza) Que vengan pues van a pasar un rato muy agradable y la risa está asegurada. Hacer llorar es fácil pero hacer reír es muy difícil y ellos lo consiguen. (Chari) Quince minutos se pasan muy deprisa, no cansan y supongo que a todo el mundo le apetece divertirse. (Juan Ángel) Vengan pues por cuatro euros que les puede costar una cañita pueden ver algo diferente. El que pueda venir que venga pues se va a divertir.