Conocimos a Antonio Caparrós en Los Bermejales con motivo de la III Concentración de vehículos Clásicos de Cacín donde acudió junto a su amigo y compañero del Club Vehículos Románticos Costa Tropical, Paco Muñoz. Hasta allí se había desplazado desde Salobreña con su flamante Volvo 122S de 1958 que despertó nuestra curiosidad. Pocos días después ya estábamos en el parque de la Avenida Mediterráneo de Salobreña realizando el reportaje gráfico y recogiendo la información de este vehículo singular que heredó de su padre y que pretende pase a manos de su sobrino, «para que se mantenga en la familia». Propietario y coche cuya historia nos lleva a Baza pues allí nació Antonio en 1947 donde residió hasta los 20 años y allí estrenó su padre, Emilio, el vehículo hace seis décadas.
«Más o menos con 20 años me fui a luchar por la vida. Me metí en la cosa de hostelería y sanidad, tras realizar un curso de dietética y alimentación. Aparte soy cocinero profesional. Cuando cogí la plaza en el SAS pedí el traslado a Motril», nos cuenta de su actividad profesional quien además ha estado durante cuatro años al frente de cinco concejalías en el ayuntamiento de Salobreña, localidad que califica de «maravillosa» en la que lleva residiendo 35 años. Respecto al coche explica que su padre lo compró en Madrid, sin matricular, pues estaba con la matricula sueca y se lo llevó a Baza. Al fallecer su padre se juntaron los hermanos y acordaron que fuese Antonio quien se quedara con él, «pues sabían que yo lo iba a mantener». Y así ha sido, pues su interés por este tipo de vehículos le llevó a integrarse en el club de la Costa Tropical que en la actualidad cuenta con unos 130 socios procedentes de todos los rincones de Andalucía Oriental y del que fue hasta hace dos años, secretario y vocal. «Somos un club que nos gusta disfrutar de los coches, estamos enamorados de los clásicos. Es raro el mes que no tenemos dos salidas, aparte de asistir a concentraciones», afirma antes de dedicar varios piropos al actual presidente, Paco ‘El Coletas’, pues «es un tío maravilloso que ama los coches y es el alma del club».
De su coche Volvo dos puertas, 122 Sport, de 1958, nos explica que es un 6 cilindros y 1800 B con dos carburadores y que fue «el primer coche que le pusieron cinturones de seguridad». Al referirse al consumo señala que «normalmente en lo que nosotros hacemos que vamos a 80, 90, 100 el consumo se va a los 8-9 litros, pero cuando se pasa de los 100, ya no se oye el motor, se oyen los dos carburadores y son 18 litros», comenta con humor. También que ha tenido que sustituir bastantes piezas pero que todas han sido originales adquiridas en Alemania. «Lo único que no es original pero lo tengo certificado y sellado por la casa Volvo es el freno que al ser un coche tan pesado había que echar el cuerpo entero, entonces en Madrid me pusieron un servo», aclara. También ha tenido que sustituir la radio pues «me gusta mucho la música y la anterior ya no cogía emisoras». Afirma desconocer las vueltas que ha dado el cuentakilómetros pues su padre viajaba mucho y él lo usa todos los fines de semana. «Con este coche he ido a muchísimos sitios: Barcelona, Madrid,… pues se porta de maravilla, por eso estoy pendiente de él. Además tiene una chapa muy consistente» afirma al tiempo que la toca varias veces con los nudillos.
Mucho se ha escrito de este modelo que se diseño siendo estilista jefe de Volvo, Jan Wilsgaard, que gracias a su elegante carrocería pontón le permitió a este constructor de automóviles de Gotemburgo alcanzar el éxito a nivel internacional con este coche seguro, fiable y cómodo. Gracias a una pareja de carburadores SU y a una nueva distribución, el motor B 16 conseguía 85 CV que, acoplados a una caja de cambios de cuatro marchas, hacían que la velocidad máxima llegase a los 150 km/h. Como indica Antonio Caparrós a partir de agosto de 1958 pasó a ser el primer automóvil que contó de serie con cinturones de seguridad de tres puntos de anclaje creados por la empresa Nils Bohlin; esta fue una gran innovación que salvó muchas vidas. En cuanto a su carrocería señalar que se trata de una estructura autoportante, berlina de dos puertas y cinco plazas. Su longitud es de 4,450 m, anchura, 1,619 m y altura, 1,505 m. siendo su peso de 1.090 kg. El tanque de gasolina tiene una capacidad de 45 litros.
XVI Concentración Club Vehículos Románticos Costa Tropical
Antonio ya está soñando con la VXI concentración de coches clásicos en Motril del 17 y 18 de septiembre. Tendrá lugar en la Plaza de la Coronación con la exposición de vehículos durante la tarde del sábado, previa inscripción, y posterior ruta por las calles de Motril. El domingo será a partir de las 9 horas cuando se expongan de nuevo los coches y realicen una nueva ruta. «Todo el que venga con su coche recibirá una botella de licor que no se vende en el mundo entero. Estamos en la costa tropical, tierra de la caña de azúcar, la cortamos, la hacemos palillos pequeños, los metemos en una botella y le echamos ron. Lo pasamos muy bien y muchos se llevan los dos premios: el ron y una paletilla».(Más información: 622 270 693). En este Volvo al que le habrán echado «20.000 fotografías, incluso en carretera por delante y por detrás» está muy interesado un señor de Madrid que tiene otro de la misma marca y modelo pero con cuatro puertas. No obstante su propietario tiene claro que «seguirá en mi familia pues el próximo dueño será Antonio Emilio Caparrós García que es mi sobrino, pues le gusta muchísimo y ya me acompaña a las concentraciones y rutas con mi otro coche un Mercedes 300SE».
Próxima entrega: Francisco Muñoz y su Chrysler Le Baron de 1984