Dedicado a Visi, “in memorian” y a Conchi, su hermana, con todo mi cariño en el recuerdo y mi aprecio.
Querida Dulcinea:
En esta vida nuestra hay personas que dejan huella, y algunas la dejan muy profunda. Todo depende de la firmeza con que se pise el camino que recorres, de la fuerza con que das tus pasos, de la seguridad con que te mueves, y aquellos que lo hacen sin titubeos, sabiendo claramente cual es su camino, conociendo su misión sin que nada ni nadie le distraiga, le entorpezca, son los que dejan unas huellas mas profundas, mas claras, algunas hasta indelebles. Esas personas jamas se olvidan, siguen viviendo permanentemente en el recuerdo de tanta gente que se yerguen como ejemplos para esos que fueron testigos de su caminar.
Y hoy ha sido un día lleno de emociones, de recuerdos, de lágrimas, si, pero sobre todo de gratitud en el recuerdo hacia una persona que, aunque no estaba físicamente en el lugar, su espíritu lo impregnaba todo, nos invadía a todos. Hoy nos hemos reunido por cuarto año consecutivo los compañeros “maestros” de la promoción de Magisterio 1965-1968. Todos los años esa fraternal reunión ha estado presidida por la amistad sincera, de años, de personas que hemos compartido una misma profesión a lo largo de muchos años. Hoy, es verdad, había un hueco imposible de llenar con nada ni con nadie. Eramos 71 los reunidos pero había una ausencia que no hubo hace un año, la de Visi… Hoy ha sido el recuerdo de Visi, unido a la amistad” los que han presidido este Cuarto Encuentro de nuestra promoción de maestros. Y Visi ha sido el Centro, el “Leitmotiv”, la presencia viva de nuestra comida. La sala, el comedor, estaba presidida por varias fotos del recuerdo, por un ramo de 12 rosas rojas y por un cuadro de Visi, de nuestra Visi, nuestra compañera hoy en el recuerdo… ya no faltará nunca más porque siempre va a estar con nosotros.
Y es que Visi ha dejado huella. Dejó huella como estudiante hace ya 46 años cuando llegó, procedente de Brasil, a estudiar magisterio en Granada, junto a su hermana Concha. Dejó huella como maestra, y me consta de primerísima mano porque tuve el honor de ser maestro de un pueblo en el que ella lo había sido el año anterior, Guadahortuna… Todo el mundo hablaba de Visi para bien… hubo manifestaciones apoyando la continuidad de su presencia, había palabras de cariño hacia su recuerdo como maestra que había sido de Guadahortuna; había gratitud en las gentes sencillas de ese pueblo de “los Montes” granadinos.
Dejó huella en su familia, seguro. No conozco mucho de su vida personal porque cuando coincidí con Visi en la Normal yo era muy pequeño, casi un niño, de 14 años, y ella era una fantástica joven, mujer, de 20. Los futuros maestros estudiábamos en un ala del edificio y las futuras maestras en otra, separados fisicamente hasta por un biombo en el pasillo que podía unirnos, pero que nos eparaba. Pero Visi seguro fue una estupenda hija y hermana. Y Visi dejó huella como mujer, como persona… una mujer siempre dispuesta a colaborar, a ayudar a quien se lo pidiese; una persona siempre dispuesta a arrimar el hombro; una persona siempre dispuesta al compromiso, a dar la cara… una persona de las que dejan huella. Una persona de personalidad muy marcada, amiga de sus amigos, amiga de todos quienes le han rodeado. Una mujer que tenía muy claro lo que quería, lo que debía hacer y que nunca esquivó responsabilidad alguna. Yo le conocí mas de cerca con motivo del primer encuentro del que ella, junto a Antonio, “Esperidón”, fueron el alma, los auténticos culpables, los que han hecho posible que desde hace 4 años, y tras recuperar nuestro contacto, de revivir nuestra amistad, sigamos mas unidos que nunca.
En una comida entrañable, Visi ha sido el centro de ella, la que hoy nos ha unido mas que nunca. Y ha habido bonitas palabras dedicadas a ella, escritas por María Isabel Valverde Pasadas, pero que todos hemos hecho nuestras…Con estas palabras termino hoy esta carta que escribo emocionado por el recuerdo de Visi, “la maestra”, “la compañera”, “la amiga”, “la hermana”, “la inolvidable”…
EN RECUERDO DE VISI
Estimados compañeros: qué tristezas da la vida;
es muy duro recordar la pérdida de una amiga.
Nunca hubiera yo querido redactar estas letrillas
pero, llegado el momento, he decidido escribirlas.
Quieren ser un homenaje de sentida despedida
a Visi Gálvez Muñoz que se nos fue de esta vida.
Del muy caluroso julio en una tarde tranquila
nuestra Visi corrió rauda tras la llamada divina.
Allí en el cielo contentos, sus padres y su familia,
con los brazos muy abiertos esperándola estarían.
Sin embargo, aquí en la tierra, su hermana Conchi gemía
al dar el último adiós a su hermana tan querida.
De la añorada Normal esbozando una sonrisa
los ilustres profesores le darían la bienvenida.
Con las listas en la mano adentro la pasarían.
Mucho le enseñaron todos de escuela y pedagogía,
del arte del magisterio de entrega y psicología:
Rafael y Magdalena, Luisa, Agustín y María…
Si no fuera por la rima, a todos los citaría.
Y al frente del docto claustro, la gran jefa Donatila.
A la hermosa profesión de Montessori, María,
nuestra compañera Visi entregó sus energías.
Cuántos años dedicados y experiencias compartidas
con muchos otros colegas que pasaron por su vida.
Educó a muchos alumnos, y en sus almas dejaría
unas huellas imborrables de saber y bonhomía.
Cuando el año dos mil trece, la Promoción se reunía,
después de cuarenta años, gran servicio prestaría
nuestra compañera Visi con teléfonos y listas,
convocándonos a todos a un encuentro de alegría.
Ella hizo un gran trabajo que a todos nos reuniría.
Hoy no estás físicamente entre nosotros, Amiga,
pero tu imagen se queda en mi alma compungida.
Prontamente te has marchado sin avisar despedida,
pero tu recuerdo queda imborrable de por vida.
Solo te has ido un poquito a dar una vueltecita;
nadie se marcha del todo si enseguida resucita.
Visi, tu has dejado huella porque has pisado fuerte, porque todos te hemos querido, porque has cumplido tu misión en tu vida… tal vez por eso ya te han designado otra misión nueva allá en el cielo donde, seguro, la vas a hacer a la perfección… además de tener tiempo para echarnos una mano a los que aquí seguimos, a tu hermana, a tus amigos, a tus compañeros.. Tu has estado hoy con nosotros y sabes de que te hablo… Visi, como bien dice nuestra compañera, tu amiga María Isabel Valverde, “nadie se marcha del todo, si enseguida resucita”… y tú ya lo has hecho.
Comentarios
Una respuesta a «Bernardo Roa: «Visi»»
Acertadísimos los escritos y magnifico reportaje de fotos.