‘Silente’ de José Ortiz Mallol es el segundo título de la nueva editorial de Paco Espínola bautizada con el curioso nombre de ‘Allanamiento de Mirada’. Lo presentan en la tarde del viernes, 5 de mayo, en la Corrala de Santiago, donde le acompañarán Andrea Villarrubia, Juan Mata y el editor (20:30h). Se trata de la segunda incursión poética de José Ortiz, tras ‘Apuestas cruzadas’, que ha sido calificado como «original en sus imágenes de eficaz sencillez y en su sintaxis necesariamente compleja, adaptada a ritmo y sentido, por caminos siempre guarnecidos de una sorprendente riqueza de vocabulario».
José Ortiz Mallol (Guadix,1966), doctor en Derecho, perteneciente al Cuerpo de Letrados de la Junta de Andalucía y profesor colaborador honorario de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, afirma que ‘Silente’ intenta ser una reflexión a partir del reciente descubrimiento del paso del tiempo en su vida. «Como consecuencia de una serie de sucesos personales -la muerte de mi padre, el enamoramiento de mi mujer-, aparece una nueva vida, una segunda oportunidad que necesito sea vivida a partir y por mis propias necesidades, mis propias querencias. Alcanzada una edad en la que siento haber dado cumplimiento a lo que creí se esperaba de mí, surge la posibilidad de crear mi propia vida con la mayor libertad que me pueda permitir, a costa de reconocer lo que en el poemario se llaman “los días sin rostro” gastados pero no vividos», aclara.
Para quien durante un tiempo fue jefe de la Asesoría Jurídica de la Consejería de Educación y secretario de los consejos de administración de las sociedades Gestión de Infraestructuras de Andalucía y Metro de Sevilla, la poesía es un proceso de reflexión personal que emplea como forma de relación con su mundo, en una primera instancia, al tiempo que admite que «tengo la presuntuosa esperanza de que tales reflexiones puedan ser tomadas por otras personas como si se tratara de un maniquí desnudo que vestir con sus propias vivencias, recreándolo personalmente. Tal y como hago yo con la poesía que leo». De igual forma, quien en 2010 fuese Viceconsejero de Justicia y Administración Pública aclara que más que hablar de escritores ‘preferidos’, la poesía es lo que compone su columna vertebral y dentro de ella, la generación de los 50 y los novísimos. También siente debilidad por los grandes poetas norteamericanos del siglo pasado.
En cuanto a los primeros destinatarios de su obra son quienes le rodean en su día a día y le halaga pensar que otras personas que no le conocen puedan sentir a partir de lo que lean en ‘Silente’. «Por la propia razón de ser del libro, éste resultará extraño a quien no haya llegado a esa orilla en que todo se ve distinto: es un libro para quien se ha dado una segunda oportunidad. O para aquellos a quien la vida se la ha ofrecido y no la han querido o sabido aprovechar… Podría decirse que es un libro para una determinada edad. Lo que pasa es que los años no se viven lo mismo por todos y hay quien gasta muchos para poder alcanzar lo que otros conocen antes». Admite no sentirse cómodo con la rima como forma de conseguir el ritmo en el poema y preferir «las improvisaciones de jazz, que -aparentemente- no guardan una cadencia. Sólo aparentemente».