El periodista José Luis Yuste (Madrid, 1956) nos brinda con facilidad varios titulares en la amena conversación que mantenemos con él y la protagonista de su historia, Keiko Watanabe, en la biblioteca de Churriana de la Vega, localizada en el Centro Municipal de Cultura de Churriana donde esta tarde, a las 20 horas, se presentará su libro: «La vida de Keiko es la narración de las transformaciones de la sociedad japonesa y española», o «La biografía de Keiko hubiera merecido 700 u 800 páginas». Por su parte, Keiko hace otro tanto cuando afirma que «Jamás pude imaginar que mi vida iba a dar para un libro». Y Yolanda, la esposa fallecida de José Luis, se mostraría feliz de ver que su petición es ya una realidad tangible y que ahora ese libro que siempre le habría gustado leer formará parte de la librería de muchas personas que como ella se sentirán atrapados por la historia de esta modista de trajes de flamenco y profesora de baile que a sus 78 años, sigue igual de sabia y admirable, además de discreta y encantadora que ha vivido en distintos rincones de la Alpujarra y otros pueblos de Granada. En la presentación, presidida por el alcalde churrianero, Antonio Narváez, intervendrán la escritora Rocío S. Cortés y la presidenta de Ediciones Dauro, Pilar Sánchez. El acto finalizará con una exhibición de baile deportivo a cargo de Arturo y Paula.
José Luis y Keiko se conocieron por casualidad hace algo más de 30 años cuando él buscaba una persona que le ayudase a vestir con un kimomo a una modelo de casi dos metros de altura. «Pregunté en la embajada de Japón si conocían a alguien y bastante tiempo después me facilitaron el teléfono de la «señorita Keiko». La llamé y me invitó a su casa para que le explicara el proyecto. Ella accedió a crear un kimono, un traje muy difícil de confeccionar y colocarlo a la modelo pese a la diferencia de estatura. Keiko no sólo realizó el traje sino que también la vistió con una perfección absoluta. A partir de ahí nos hicimos muy amigos y hasta hoy», explica de su biografiada una japonesa nacida en Himeji, provincia de Hyogo, al suroeste de Tokio, el 10 de marzo de 1939, que llegó a Madrid el 30 de enero de 1974 obedeciendo una voz que le decía que tenía que abandonar su casa y venir a España, donde aprende a confeccionar trajes de flamenco.
Primero se instala en Madrid y al ser contratada por una compañía japonesa hizo que viniera a la Alpujarra granadina. «Cuando terminó el contrato nos vinimos a Granada donde nos compramos un piso y estoy en Churriana desde hace 15 años», nos cuenta Keiko siempre con una sonrisa en los labios. También nos explica que es profesora de baile deportivo, una especialidad que será olímpica en los próximos Juegos de Tokio, que ella enseña en Churriana. «Es una especie de baile de salón, realizado en pareja, sobre el que investigaron para hacerlo profesional. Amo este baile al igual que amo a los gatos», nos cuenta quien aparece en varias fotos al final del libro con su querida gata Tama. Por su parte, José Luis reconoce que «para mi ha sido un auténtico placer hurgar en la vida de Keiko lo que me ha permitido conocerla más profundamente. Su biografía hubiera merecido 700 u 800 páginas, pero he querido condensarla no solo para ser amable con ella, porque es una mujer muy modesta, si no también con los lectores».
Igualmente indica que «la fecha de su nacimiento, un poco antes de la segunda guerra mundial y el hecho de que llegase a España, justo al final de la dictadura ha inspirado un poco la razón de ser de este libro». Y es que ‘La historia de Keiko’ «es la narración de las transformaciones de la sociedad», pues ella ha sido testigo de dos transformaciones sociales muy importantes, la que sufrió la sociedad japonesa, después de la segunda contienda mundial, en la que pasó de ser una sociedad con unos principios o códigos anclados en el medievo a convertirse en una sociedad absolutamente moderna y occidental y cuando llega a Madrid en una España que está a punto de abandonar una dictadura de casi 40 años. Libro que ha realizado mediante entrevistas a la protagonista en su actual domicilio de Churriana, entre diciembre de 2013 y 2015, sin que ella supiera que pretendía escribir un libro de su vida aunque, Keiko repite que la esposa de José Luis siempre le había confesado que quería leer la historia de su vida. También queda de manifiesto, en las casi 200 páginas, la intensa vida espiritual de Keiko y nos sorprende con que no cree que se traduzca a su lengua natal. «No, señor, porque a los japoneses les gusta autobiografía y piensan que soy yo quien tendría que escribirla» a lo que José Luis responde con humor pero, «a lo mejor la traducimos al inglés, alemán, francés, italiano, ruso, o incluso, al esperanto».
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