¿Qué lleva a una persona, en este caso al reconocido cirujano y escritor, Carlos Ballesta a coleccionar cientos de piezas relacionadas con los moriscos granadinos? Según reconoce se debe a su ilusión por conservar la cultura y a su amor por el conocimiento. «Mis padres me inculcaron que tenía que leer y aprender. A partir de ahí vas encontrando cosas que no quieres que se pierdan. Conforme vas conociendo su historia, las valoras más. He llegado a ser coleccionista a través de la cultura», explica antes de añadir que su colección sobrepasa ya las 2.000 obras de arte, entre tallas, grabados, pinturas, libros y documentos, algunas de valor incalculable. Al conocer la historia de las piezas ha hecho que se haya ido enamorando de ellas y a seguir comprando otras más. Así han ido creciendo lo que serán los fondos de la Fundación Carlos Ballesta en el Carmen Aben Humeya, tanto en piezas como en documentos, que aspira a convertirse en un atractivo más del Albaicín. Afirma que «estamos ‘museizando’ el Carmen para explicar la historia de los moriscos. A partir de octubre se mostrarán entre 250-300 piezas, entre grandes y pequeñas, de las que ya están colocadas unas 140».
Su pasión de coleccionista queda patente en la ilusión con la que va comentando los detalles de cada una de las dependencias por las que se reparten estas joyas de la historia y otras tantas que espera incorporar próximamente traídas de su domicilio en Barcelona. Según nos cuenta todo se inició con la colección azulejos para pasar a la cerámica, de la que ha conseguido una colección importante, las obras de pintura del gótico-aragonés y las tallas. Precisamente la última pieza en incorporarse ha sido un barro de Pedro de Mena que cataloga de «maravilla», al igual que el volumen de la guerra de los moriscos de Mármol Carvajal, de la que indica se hicieron 300 ejemplares en la primera edición. «No sé cuantas quedan pero yo tengo una, al igual que del pintor Pantoja de la Cruz, un pintor gótico del que se pueden haber conservado unos 20 cuadros», precisa. Al intentar averiguar cuál de las piezas cataloga como más singular responde que «eso es como los hijos que nos puedes decir que uno sea mejor o peor, pero quizás el cantonal del siglo XIV, de 120×80 cm, que aún no hemos recogido, y la ejecutoria de hidalguía de la época de Carlos V».
En cuanto a la distribución de las piezas que ha conseguido reunir hasta el momento explica que el primer patio del Carmen estará dedicado a la taracea. De hecho ya se puede contemplar una pequeña caja veneciana del año 1.400, otra aragonesa del siglo XVI y un arca de novia que por el momento guarda algunas tallas religiosas que irán en la sala de enfrente, otra del siglo XIX y otra de 1920, colocadas en la pared y en cuya estancia también se puede contemplar una preciosidad de bargueño. En otra diminuta sala, bajo las escaleras, se reúne la historia de Granada en diez piezas. En concreto, una carta de los moros dirigida a Fernando el Católico en la que le piden que les dejen irse, otra de 1508 en la que se realiza el trueque de la Villa de Turón por un ventorrillo de Sevilla, otra de Fernando el Católico dirigida al duque de Estrada, fechada en 1511, pidiéndole hombres para luchar contra la sublevación de los moriscos, y, por último, un contrato de Felipe II a Juan de Mallorca en el cual le dice que es el dueño de las tierras. Debajo aparecen cuatro libros documentales importantes, uno con las ordenanzas del ayuntamiento de Granada de 1568, otro con las ordenanzas de la Chancillería de 1601, a continuación el libro de Mármol Carvajal que compró en Londres que se debieron llevar en 1809 cuando la revolución francesa, otro ejemplar de Pérez de Hita con una curiosa portada y contraportada con un pequeño azulejo, y la ejecutoria en la que se explica cómo se legaliza a los que no tienen antecedentes judíos ni moros para poder optar a ser médico o funcionarios.
En la mencionada salita dedicada a la religión cuenta que tiene previsto colocar dos puertas cristianas que permitirán comparar con las musulmanas que hay fuera, e incluirá las obras de Martínez Montañés, Risueño y Francisco Salzillo, que se complementa con dos cuadros espectaculares, uno del cardenal Cisneros y otro del Duque de Lerma. En el pasillo superior varios grabados y mapas de época del Reino de Granada y de los lugares donde fueron a parar los moriscos, otro del Imperio Turco durante la contienda. Al final, otra estancia dedicada al estudio y a la Universidad, en la que se muestra un libro de Medicina, de 1500, con bellos grabados pintados a mano, otro de leyendas moriscas, otro de las Cartas de Santa Teresa de Jesús, y las novelas de caballería ‘Orlando furioso’ y ‘La Sevilla liberada’, junto con un ejemplar del Quijote de Ibarra, editada por la Real Academia en 1700 y con magníficos grabados.
Se completa la colección con grabados de poblaciones granadinas, árboles genealógicos de los monarcas, una vitrina dedicada al Albaicín y telas religiosas. Lo que fuera el salón principal del Carmen se dedicará a las mujeres y ya se muestran un vestido del siglo XVII, junto con joyas y chapines, láminas de las formas vestir de los moriscos y castellanas. Antes de concluir Ballesta nos adelanta que ya está trabajando en una historia de los moriscos en cómic que refleja el siglo XVI desde que se sublevaron hasta su expulsión en 1609.
Para más información FUNDACIÓN CARLOS BALLESTA |
Comentarios
2 respuestas a «PASIÓN DE COLECCIONISTAS (VIII): La Fundación Carlos Ballesta y su colección de documentos y objetos sobre los moriscos»
Hola Carlos: interesante exposición, donde se expone parte de la historia de Granada y que es imprescindible visitar, para conocer la apasionante historia de los moriscos granadinos.
Un abrazo.
Recomendaré la visita a amigos y conocidos
me encantaría asistir sin lugar a duda, a pesar de ser de MX me interesa mucho ver todas estás reliquias