Textos ganadores del II Certamen Narrativo de Vegas del Genil

Por segundo año consecutivo los escolares de Primaria de lo colegios de Vegas del Genil (CEIP Nuestra Señora de los Remedios de Ambroz, CEIP. Virgen de los Dolores de Purchil y CEIP La Almohada de Belicena) participaban con sus relatos en el Certamen Narrativo de Vegas del Genil, con el que se pretende desarrollar la expresión escrita y motivar del alumnado. En la última edición el centro organizador ha sido el CEIP La Almohada Belicena. A continuación reproducimos los seis textos galardonados, cinco de ellos firmados por alumnas,  que sorprenden por la frescura imaginativa, el dominio del diálogo y la descripción.

“LA AMISTAD DE PAUL Y SARA” por Carmen Rubí Martínez (4º curso) 1º Galardonado

¡Hola!, me llamó Paul y mi mejor amiga es Sara. Ella es alta, de una altura media. Me da mucha envidia porque tiene unos ojos preciosos que parecen el cielo de tan azules que son. Sara es mi mejor amiga desde siempre, pero un día pasó una cosa horrible. Fue que en el recreo me enfadé con ella y con la rabia que tenía, la tiré al suelo con todas mis fuerzas y se hizo una quemadura bastante grave. No la pude ver en un par de semanas. Estaba muy preocupada por ella, me sentía fatal, todo había sido por mi culpa. ¡No me lo podía creer! Cuando la vi le dije que lo sentía mucho y ella me gritó:
– ¡Eres un tonto Paul!, ¿No ves lo que me has hecho?

Me sentí muy mal, me fui corriendo al bosque más cercano que había y empecé a llorar como si no hubiera un mañana. Desde ese momento comprendí que Sara ya no era mi amiga, puesto que le había hecho mucho daño. A la mañana siguiente no me puse a llorar como una niña pequeña, sino que me levanté de la cama y le escribí una nota, se la pegué en la mesa del colegio. La nota decía:
“Hola Sara, soy Paul. Me gustaría mucho que vinieras al bosque más cercano al colegio. Allí te espero a las 5:45 de la tarde. Quiero decirte algo”.

Pues allí estaba yo, esperando a que Sara llegara. Por fin llegó, muy dispuesta, se dirigió hacia mí. Cuando llegó me dijo, con cara de tristeza:
– Escucha Paul, se que puede que esté enfadada…Pero.. Me gustaría que volvieras a ser mi amigo.
Me quedé como una piedra y exclamé:
-¡Gracias Sara!

Ella parecía que me leía la mente y contestó rápidamente:
– Seré tu amiga de nuevo, pero…, con una condición. No tendrás más envidia de mí.
Yo agité la cabeza arriba y abajo y ella se empezó a reír. Desde ese momento comprendí lo que era la amistad verdadera. ¡Nunca dejes a un amigo!

“SOFÍA Y LUCÍA EN RUSIA” por María del Mar Dueñas Salazar (4º curso). 2º Galardonado

Érase una vez unas mejores amigas. Les dieron las vacaciones de verano y Lucía decidió recorrer un país. Sofía dijo que Rusia. Las dos se entusiasmaron. Corriendo se lo dijeron a sus padres. Tenían que coger un avión. Hicieron las maletas. Sofía estaba muy liada porque no sabía que ropa llevarse. Salieron de su casa a las 5:00 de la mañana y llegaron a las 22:00 de la noche. Sofía dijo:
– ¡Qué ilusión!

Cuando llegaron vieron que no tenían hotel, ni tampoco dinero. Lucía empezó a pelearse con Sofía. Sofía no entendía porque su mejor amiga estaba discutiendo con ella. Sofía se quedó sola, pero a ella se le daba bien cantar. Ella pensó, “cantando en la calle podría ganar algo de dinero”.
Todas las noches se inventaba una canción, cantaba en las calles. Cuando consiguió el dinero suficiente, convenció a Lucía y consiguieron una habitación en elhotel. Vieron la capital de Rusia, Moscú.

Cuando volvieron a sus casas, le contaron las grandes historias que habían pasado a sus familias. Sofía dijo:
– Ya no nos separaremos la una de la otra.

Se hicieron grandes amigas, gracias a la gran aventura que vivieron. El que tiene un amigo tiene un tesoro.

NUEVO COLEGIO, NUEVAS AMISTADES… por Laura Álvarez Guerrero (5º curso). 1º Galardonado

Carla es una niña buena, tiene los ojos verdes como las hojas finas de los árboles y el pelo castaño como las almendras. Carla se ha tenido que cambiar de colegio debido a circunstancias de amistad y relación con los demás, pues no tenía amigas y amigos y algunos de sus compañeros le acosaban y le discriminaban. Hoy es su primer día en el nuevo colegio, está en Fogville, a unos 20 km de distancia a su casa, por lo tanto ha tenido que coger el autobús y tiene un poco de miedo porque cree que no va a conseguir tener nuevas amistades. Al llegar a la entrada del colegio le ha dicho a su madre:
– Mamá, no quiero ir, seguro que todos me harán lo mismo que en el colegio antiguo – le dijo mientras le abrazaba.

Y ella le respondió:
– No, cariño, seguro que haces muy buenos amigos, ya verás.

Entonces Carla se conformó con las palabras de su madree y se despidió de ella. Al llegar, la profesora presentó a Carla delante de toda la clase:
– Bueno, niños, hoy tenemos una compañera nueva, se llama Carla y espero que os hagáis muy buenos amigos de ella.

Carla miró a su alrededor y en su interior sintió la esperanza de tener amigos al fin. Sonó el timbre del recreo y dos niñas miraban a Carla mientras cuchicheaban. Una niña rubia se acercó a Carla y se presentó:
– Hola, yo me llamo Elena, encantada de conocerte -le extendió la mano- ¿Tú cómo te llamas?
– Yo, Carla.
– Qué nombre más bonito, oye, ¿te gustaría ser mi amiga?
– Gracias… claro que me gustaría.
– Pues entonces vamos al recreo.

Se fueron las dos juntas, cuando de pronto las dos niñas que murmuraban antes aparecieron delante de Elena y Carla; una de ellas le tiró el bocadillo de Clara al suelo y la otra le dijo:
– Ese es el ejemplo de cómo vas a acabar aquí, pequeña, solo eres una niña de mamá.

Entonces aplastó el bocata con uno de sus zapatos, haciendo que se llenara de chinitos. En ese momento se fueron las dos mientras reían con carcajadas pícaras.
Entonces Elena dijo:
– No te preocupes, toma, -partió medio trozo de su sandwich y se lo dio- aquí no vas a tener problemas, no le hagas caso.

Entonces Clara abrazó a Elena y se dio cuenta de que no solo había hecho nuevos amigos, sino que además había encontrado a una amiga de verdad.

SONIA Y SUS AVENTURAS por Paula Pérez Gándara (5º curso). 2º Galardonado

Una niña llamada Sonia, que tenía once años, se cambió de colegio a uno llamado Virgen de los Remedios. Ella no sabía si iba a encajar y tenía unas preguntas del nuevo colegio: tendría amigos allí?, ¿sus maestros serían buenos o malos?…Pero ella pensaba en positivo, sabía que todo iba a salir bien. Nada más entrar una niña le dijo:
– Hola, ¿cómo te llamas? Yo soy Daniela.
– Hola, yo soy Sonia -respondió ella.
– ¿Eres nueva? Es que nunca te he visto en este colegio.
– Sí, sí lo soy, ¿me podrías enseñar todo el colegio?
– Claro -contestó alegremente.

Daniela era una chica alta y delgada. Tenía el pelo castaño y sus ojos eran negros como el carbón. Iba vestida con uin vestido de corazones rosas y azules, llevaba unos leotardos rosas y unos botines de color café. Parecía una chica simpática y risueña, también era muy curiosa porque hacía un montón de preguntas. Sonia pensó que podían
ser muy buenas amigas.

Daniela le enseñó todo el colegio y se divirtieron y rieron casi toda la mañana. Llegó la hora de irse a casa y Sonia no quería despedirse de Daniela. Entonces se le ocurrió una idea y le dijo en alto:
– Algún día podemos quedar en mi casa.
– Ojalá, me lo he pasado tan bien contigo… además eres superdivertida – mencionó Daniela con una sonrisa en la cara.
– Muchas gracias -respondió Sonia sonrojada.

Cuando llegó a su casa le contó todo a su madre y a su padre.
– He conocido a una niña llamada Daniela que me ha dicho que soy superdivertida. Nos hemos hecho amigas… -mencionó ella rapidísimo.
– Mira qué bien, cariño, ya tienes una amiga, al final no ha sido para tanto el cambio de colegio.

Un día Sonia queda con Daniela en el parque. Cuando llega al parque Sonia la encuentra con un chico. Era delgado y alto, más que Daniela. Era moreno y tenía los ojos marrones claros. Iba vestido con una gorra de color negro y unos pantalones vaqueros. Parecía divertido y amable. Sonia no sabía quién era pero Daniela dijo:

– Hola, Sonia, te presento a mi amigo Rafa. Te va a caer muy bien, es muy gracioso.
Vieron a un niño sentado solo en un banco. Parecía un chico solitario. Sonia decidió ir junto a aquel niño. Le preguntó:
– ¿Cómo te llamas?
– Me llamo Álvaro -dijo con timidez.
– ¿Quieres ser mi amigo?

Al instante Álvaro dijo que sí y se puso a saltar. Todos jugaron casi toda la tarde y después de un buen rato jugando, riendo y muchas cosas más tuvieron que irse a sus casas.
Un día Daniela llamó a todos por teléfono para ir a un picnic en el campo al lado del río Genil. Ellos contestaron que sí irían al picnic. Cuando llegaron todos al punto de encuentro, Daniela llevaba una cestita con sandwiches, refrescos, postres…

Mientras Daniela, Rafa y Álvaro preparaban todo, Sonia se puso al borde del río y empezó a tirar piedras. En el río, vio una roca y decidió saltar para ponerse encima de ella. Cuando saltó no pudo mantener el equilibrio, se resbaló y se cayó al río, dejando que la llevara la corriente. Todos corrieron para intentar alcanzarla. Daniela tuvo una idea, cogió un palo y le dijo que lo agarrara. Daniela consiguió rescatarla y Sonia le dio las gracias.
Unos meses después llegaron las vacaciones de verano y se iban a ir de vacaciones. Daniela pasó las vacaciones en la playa, Sonia en un pueblo pequeño rodeado de montañas, Rafa en su casa y Álvaro se fue a New York.
Prometieron que se iban a escribir siempre que pudiesen y podían llamarse por teléfono. Sonia conoció la verdadera amistad. Es muy importante tener amigos en los momentos buenos y malos.

EL PODER DE LA AMISTAD por Matías Racino Spituca (6º curso). 1º Galardonado

Erase una vez, en una ciudad llamada Prington, dos amigos llamados Pablo y María. Eran dos niños de 12 años, que jugaban al mismo deporte, iban al mismo colegio… Pablo era rubio, alto, delgado, tranquilo, ordenado, amable y gracioso. María era morena, de media altura, delgada, algo nerviosa, amable y cariñosa.
Pablo y María quedaban todas las tardes para hacer los deberes o jugar a juegos de mesa. Una tarde no tenían nada que hacer. Aburrido, a Pablo se le ocurrió ser mago y María le siguió el rollo. María dijo que Pablo como mago se llamaría Pablius, pero Pablo quería llamarse Pabbus. En ese momento empezó una discusión entre ambos, empezaron a decir nombres, hasta que de repente… ¡PUM!

Ambos desaparecieron hasta llegar a una selva. Ellos exploraron la selva un poco miedosos, algo les tocó la espalda y del susto gritaron y echaron a correr. Pero… un duende les cortó el camino y los llevó hasta una aldea. En la aldea les recibió un duende más que ellos. Era el rey Prits, el duende más grande de la jungla. Pablo y María seguían enfadados por lo de antes, ni se miraban. El rey Prits que era amable, se preocupó por los dos niños, así que les preguntó qué pasaba. Pablo se lo contó todo como sucedió. Prits como sabía que si dices nombres mágicos en una discusión se aparece en la selva de los duendes, les propuso una pregunta. Si la acertaban volvían a
casa y si no, se quedaban en la jungla para siempre. La pregunta era la siguiente:
¿Qué es lo más valioso del mundo?

Pablo y María seguían tan enfadados que ni se ayudaron. Los dos estuvieron pensando un rato hasta que… Pablo y María lo dijeron a la vez: “¡La amistad!”. Prits dijo que era cierto, se abrió un portal, los dos se metieron en él y regresaron a casa.
Al llegar a la casa los dos fueron a contarle lo que sucedió a la madre de Pablo, los dos se perdonaron y volvieron a ser amigos. Este es el verdadero poder de la amistad..

UNA AMISTAD PARA TODA LA VIDA por Mireya López Martín (6º curso). 2º Galardonado


Aurora, Raúl, Clara y Antonio eran amigos desde que… bueno, realmente no lo recordaban pero lo eran desde hace mucho tiempo.
Una vez Aurora decidió regalarles una carta a cada uno de sus mejores amigos. Al final de la carta ponía: “Esta amistad, que sea para toda la vida”. Este comentario les
pareció bien a todos, pero un tiempo después estaban los chicos reunidos en la casa de Antonio, y Raúl comentó:
– Aurora…
– ¿Si?
– Cuando hace unas semanas nos diste una carta de la amistad, dijiste que la amistad que mantenemos los cuatro sea para toda la vida…
– Si, es cierto, lo dije.
– La pregunta es… ¿y si eso no pasa? ¿Y si en algún momento nos separamos?

Clara, Aurora y Antonio no respondieron a la pregunta, se quedaron pensando un rato hasta que Clara sacó otro tema.
Al mes siguiente les dieron a todos las vacaciones de verano, el curso siguiente no se verían porque cada uno empezaría la ESO en un instituto distinto, pero eso a ellos no les preocupaba, sabían que en el verano se verían como todos los años. Pero no fue realmente así.

Clara no aparecía en las reuniones grupales y eso les extrañó a los demás así que decidieron hacerle una fiesta sorpresa por su cumpleaños a Clara. Llego el día y cuando Clara encendió la luz de la habitación y todos gritaron: “¡Sorpresa!”, hizo un mal gesto y echó a sus amigos (o tal vez ex-amigos) de su casa y se fue a su habitación disgustada. Los chicos no tuvieron más remedio que irse; el padre de Clara les pidió disculpas por el comportamiento de su hija y les prometió que no volvería a pasar.

Dos semanas después Clara decidió reunirse con Antonio, Raúl y Aurora en el parque; en el mensaje de texto explicó que solo duraría quince minutos la reunión, ya que estaba un poco apurada y andaba corta de tiempo.
Efectivamente fue así. La reunión duró quince minutos. Clara explicaba el por qué de su reacción del último encuentro que tuvieron. Decía que reaccionó así porque ese día en concreto (casualmente el de su cumpleaños), no lo había pasado especialmente bien. También su reacción fue mala o “no muy buena” (según decía ella) porque ella sabía que esa amistad no iba a ser la misma porque ya no se verían todos los días en clase. Finalmente recitó un final (realmente memorizado y preparado) en el cual decía que ya no serían cuatro amigos, sino tres. Ella no estaba “preparada” para seguir siendo parte de ese grupo de amigos.

Antonio rompió a llorar al escuchar las últimas palabras de Clara, Raúl estaba muy enfadado con ella porque esos motivos no eran correctos para él y por último Aurora decía continuamente que no con la cabeza y cruzaba los brazos a la vez que le sudaban las manos. La madre de Aurora y el padre de Raúl intentaron comprender por qué Clara les había dicho eso a los niños a los que siempre les habían puesto el mote de “Los inseparables”.
La madre de Clara le dijo a su hija que lo que había hecho no estaba bien y que se reconciliara con sus amigos “de toda la vida”. Clara decía que no, y que esa etapa de su vida la había dejado atrás. Tenía que pasar página.Jamás pensaron que Clara o alguno de ellos dejaría el grupo de amigos que crearon inconscientemente poco a poco.

Llegó septiembre y todos hicieron nuevos amigos, cada vez quedaban menos hasta que un día dejaron de verse. Cinco años después se encontraron en un evento temático Aurora, Antonio, Raúl y Clara. Todos estaban a punto de cumplir dieciocho años y de nuevo volvieron a ser amigos, pero… ¿Por poco tiempo o para toda la vida? Raúl tuvo razón una vez, ¿Por qué no iba a tenerla de nuevo? Y tú, ¿tienes un amigo de verdad o para toda la vida?

Redacción

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