Hay una letra de la canción «El hambre» interpretada por Joan Manuel Serrat, poco conocida, el tema está incluido en el disco Hijo de la luz y de la sombra’, que dice: «Tened presente el hambre: recordad su pasado / Turbio de capataces que pagaban en plomo./ Aquel jornal al precio de la sangre cobrado, / con yugos en el alma, con golpes en el lomo».
Con lo que nos está cayendo a los españoles, el paro, los recortes, las pensiones, el copago, las hipotecas, los desahucios, aun quieren que nos preocupemos de lo que ocurre en ese tercer mundo ya casi olvidado. Pero es real, la gente se sigue muriendo de hambre.
Siempre se nos habla de los mitos que mueven a que haya hambre en el mundo, que si la escasez de alimentos, demasiada población, degradación de las tierras, que si mundo rico y mundo pobre, el agua, falso, todo falso. Si después de tantos años y en pleno siglo XXI se siguen muriendo 30.000 niños diariamente de hambre, algo hemos hecho mal, muy mal.
Alguien dijo que las promesas no sustituyen a los alimentos y eso es lo que ha habido hasta ahora promesas y solo promesas; los países ricos siguen siendo cada día más ricos y los pobres más pobres. El reparto de los bienes es totalmente injusto y casa vez las desigualdades son más evidentes.
La ONU acaba de finalizar la encuesta más grande e importante de la historia, la pregunta fue… “Por favor, diga honradamente, ¿qué opina de la escasez de alimentos en el resto del mundo?”
Los resultados no han podido ser más desalentadores. La encuesta ha sido un total fracaso, porque:
- Los europeos no entendían qué significaba escasez.
- Los africanos no sabían qué eran alimentos.
- Los israelíes no entendieron qué quería decir “por favor”.
- Los estadounidenses preguntaban qué significaba “el resto del mundo”.
- Chinos, cubanos, y países árabes pedían que les explicaran qué significa “opina”.
- Y en los parlamentos españoles, argentino, colombiano, chileno, boliviano, peruano, brasileño y venezolano, se sigue debatiendo qué coño es eso de “honradamente”.
El problema ya no está solo en el cuerno de África, sino que lo tenemos aquí al lado nuestro, vecinos, amigos, conocidos, llegando al umbral que les hace pasar la terrible barrera de comer o pasar hambre. Aquí en este mundo avanzado, ocurre igual, desigualdad, opulencia, avaricia y sobre todo injusticia de gobiernos que hacen pasar todas las penurias a la clase menos favorecida.
La letra de Serrat termina:
«Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
Los que entienden la vida por un botín sangriento:
Como los tiburones, voracidad y diente,
Panteras deseosas de un mundo siempre hambriento«.
VER VÍDEO CON EL TEMA ‘EL HAMBRE’ DE JOAN MANUEL SERRAT:
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