«Mi libro es un relato de superación, vivencial. Pasé años de mucho miedo pues se moría la gente de mi alrededor, y menos mal que eso cambió. Fueron evolucionando los fármacos y ahora estoy aquí con una vida normal», explica Jorge López Vallecillos, cuya obra ‘Déjame, que lo estoy haciendo’ (Dialéctica Ed.), presenta hoy, a las 18,30 h., en el Cuarto Real de Santo Domingo, donde le acompañarán el doctor y prologuista, Juan Pasquau Liaño, su editor, Víctor Miguel Gallardo y Casilda Jaspe que leerá algunos fragmentos de esta novela biográfica que, como antetítulo lleva la interrogante ‘¿Quién dijo que vivir es fácil?’
Su autor considera que su obra es fruto de «un subidón» y respuesta a la pregunta que le formuló su médico ante la evolución positiva de su hígado afectado por dos virus activos, B y C, más el VIH. Su respuesta a esta cuestión es que «merece la pena y hay que vivirla con lo que te toque. A mi me ha tocado una historia en períodos muy complicado y por suerte estoy aquí. De mi tiempo y con mis problemas, puedo decir que no queda nadie. Por eso mi libro es un canto a la vida».
Jorge conoció al doctor Pasquau Liaño en 1996, en un momento muy crítico para él de su vida pues estaba «más muerto que vivo». Los médicos no sabían qué hacer con él. Tenía una bacteria que fue el primer caso en Europa y que le mantuvo durante unas semanas hospitalizado. En ese momento apareció su médico que «una palmada suya me cambió mi energía y mi forma de luchar. A partir de ahí empecé a superarlo». Añade que siempre lo ha tenido al otro lado del teléfono, de hecho empezó a escribir la novela porque en una consulta, frente a frente, tras unas pruebas donde el hígado había mejorado espectacularmente, le preguntó lo que había hecho para conseguirlo. «Entonces, empecé a buscar la respuesta a lo largo de estos años pues decía que tenía el hígado mejor que nunca desde que me conocía y habían pasado 20 años». Precisamente por ello, la primera persona a la que le envió las primeras páginas escritas fue a su médico, también para saber si quería aparecer de forma anónima.
Además de este médico, en las últimas páginas de « agradezcos y disculpas», el autor incluye una larga relación de personas que también le han orientado a la obra de dar forma y publicar, desde la cantante y compositora, Alejandra Barella a Bárbara Jiménez-Alfaro, periodista y directora de una revista, además de Lucía Torres, actriz y también periodista, la enfermera Alba Jiménez, Tiffany Martínez, correctora de estilo, la psicóloga Isa Lina o Leire Mayendía, diseñadora y autora del diseño de la cubierta, etc. «Mientras estaba con este proyecto lo alternaba con la asistencia a talleres literarios, entre otros uno en el que participaba Juan Madrid. Fui estudiante de Letras pero durante mucho tiempo estuve ajeno y quise aprender y refrescar muchas cosas», explica entre sus actuaciones para mejorar el estilo. Al principio de la novela realiza saltos en el tiempo y en el espacio, pues empieza en la Semana Santa de 2013 en el Cabo de Gata para para pasar a su infancia en Granada. «Mi vida ha cambiado mucho y ahora soy un ser totalmente libre, después de ser esclavo de las medicinas durante muchos años», añade al tiempo que reconoce que escribiendo el libro ha llorado y reído a carcajadas. Libro dedicado a su madre, maestra de escuela en 1936, inteligente y trabajadora, que fue retirada de su trabajo por motivos políticos.
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