También en Granada se escribe novela negra y con un buen nivel. Como ejemplo, podemos citar ‘El hombre de la gasolinera’ de Francisco Javier Sánchez Manzano que se presenta el viernes en el Cuarto Real de Santo Domingo en un acto en el que compartirá mesa con el periodista de IDEAL, Miguel Ángel Alejo y el editor, Víctor Miguel Gallardo. La casualidad ha querido que fuese el día de San lucas, cuando nos encontramos con este autor que tiene un hijo llamado Lucas, de unos tres años que ha tenido un papel muy importante en esta obra cuyo protagonista enigmático y de misterioso pasado se llame Matt Lucas, aunque esto ya no fue tan casual. Desde pequeño ha tenido el gusanillo por la escritura, primero por los poemas y cuentos, luego por los relatos y cuando me sentí más preparado comencé con las novelas de las que ya tengo tres publicadas. La última, ‘El hombre de la gasolinera’, con Esdrújula, que al igual que la anterior, ‘El dios de la ira’, pertenece al género negro y la considera «un homenaje al western».
Asimismo cuenta que su interés por la novela negra arranca por su pasión por el cine, pues «soy un cinéfilo empedernido. Cuando llegó la hora de escribir historias me surgían personajes con nombres americano de las películas que había visto. Esta nació de forma curiosa, en mayo de 2015, mi hijo tenía unos diez meses, un día cuando lo tenía en las piernas aporreó el teclado y salió una página con la historia de una cabina de teléfonos abandonada en el desierto de Mojave, en California, a 50 kilómetros de cualquier sitio poblado. Fue un descubrimiento excepcional». Como excepcional es la mezcla de western y suspense en esta obra en la que reconoce la influencia de dos películas ‘Llega un pistolero’ (1956), poco conocida de Russell Rouse y otra más reciente ‘Una historia de violencia’ (2005), protagonizada por Viggo Mortensen. De hecho afirma tener muy claro qué actores podrían interpretar el papel de Matt Lucas y el de la joven y bella periodista, Emily Macer, en el caso de ser llevada a la gran pantalla.
También explica que le preocupa el lado oscuro de la soledad, el desarraigo, el dominio mundial de las grandes empresas, siendo en el western donde puede funcionar todo esto, o en un libro noir. Para apoyar su argumento cita a Juanjo Guarnido, invitado al Granada Noir de este año, que afirmó que el western y el noir se puede encontrar de todo, al igual que en una tragedia griega. El autor reconoce que le encantan las historias de libros dentro de otros libros y en este caso de un diario que se convierte a su vez en el mismo libro, por lo que a veces el lector no sabe si está leyendo el libro o el diario. Otro tema al que concede gran importancia es al estilo por lo que «suelo escribir muy poco a poco. Cuando uno viene del relato, siempre mete la tijera, una frase es un plano, si no tiene nada que decir lo quito». Otra curiosidad de este libro es que su portada es un guiño a Edward Hopper.
OÍR AUDIO DE LA ENTREVISTA: