Don Juan. ¡Cuál gritan esos malditos!
Pero, mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no pagan caros sus gritos!
(Sigue escribiendo)
1 de Noviembre, festividad de Todos los Santos, España. He querido comenzar esta columna de opinión con la primera estrofa de “Don Juan Tenorio”, la obra por excelencia del día de los Santos. Sí, queridos lectores, como lo han oído, día de los Santos, que no Halloween.
En estos últimos años, estamos asistiendo a una “americanización” o aculturación americana que ya me resulta desproporcionada. Yo no estoy de acuerdo con lo que está sucediendo. Todavía recuerdo un día de los Santos que fue muy especial. Un grupo de cuatro amigos comenzamos la jornada asistiendo a la presentación de un libro en Benamaurel con motivo de las fiestas de Medio Año. Acto seguido, nos fuimos a degustar las delicias gastronómicas de nuestra comarca y ya por la tarde cerramos la jornada asistiendo a la representación de “Don Juan Tenorio”, a cargo del grupo de teatro bastetano “Verea”, en el Ideal de Baza. Todavía recuerdo que ese día llovía, y mucho. Daba la sensación, que en aquella jornada se hubiesen dejado los grifos del cielo abiertos y el agua brotase a caudales.
El año pasado, también tuve la oportunidad de vivir una festividad de Todos los Santos muy especial. Pude seguir realizando nuestras sanas y españolas costumbres: encender la lumbre, asar castañas y boniatos, borrego segureño, acompañado de una buena hogaza de pan “carrasqueño”, como Dios manda, y un buen vino de nuestra tierra puesto que tenemos muy buenos caldos. Ya por la tarde, tuve la oportunidad de visualizar un cortometraje sobre las fiestas de Medio Año de Moros y Cristianos de Benamaurel, titulado “Miradas”, toda una auténtica obra de arte, realizada bajo la dirección de Juan Félix Castaño y Benicia Hernández, con la ayuda de sus amigos y familiares, todos ellos buenos y queridos amigos míos.
Como pueden ver, mis queridos lectores, no estoy por la labor de Halloween, ni de ser invadidos por la aculturación americana, ni celebrar la noche de brujas, ni me agrada ver a nuestros niños vestidos de zombis, monstruos o vampiros. ¡Esos sí! cuando un sacerdote amigo mío recupera el uso del catafalco en la Misa de Fieles Difuntos; eso sí lo criticamos, diciendo que es anacrónico, retrógrado, más bien propio de otro tiempo, de la España en blanco y negro… Pues no, lo que es anacrónico no es dicho catafalco, sino la americanización de nuestra sociedad. Es que en España no tenemos nuestras propias costumbres, nuestra Literatura, las “Leyendas” de Gustavo Adolfo Bécquer, “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla:
Don Juan. … ¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
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Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino
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