«Gracias a los médicos y a las 38 sesiones de radioterapia he podido superar un cáncer de próstata», nos cuenta el escritor granadino Francisco López Barrios. Aunque sus médicos le dicen que puede estar tranquilo, reconoce que el cuerpo tarda en recuperarse, período que ha aprovechado «para seguir inventándome aventuras encima o debajo de la tierra, o encima o debajo del mar». De hecho en su última obra ‘Amado pulpo’ (Dauro Ed) cuenta «las reflexiones de un pulpo, “humanizado” por su capacidad auditiva, sus aventuras y pesares y sus amores polisexuales». Lo presentaba en la tarde del viernes en el Centro Artístico, junto a las representantes de la editorial, Pilar Sánchez y Mª José Bonilla, el escritor Antonio Enrique y el catedrático de Teoría Literaria, Antonio Sánchez Trigueros. El broche musical lo puso el dúo Ángel Barrios.
Cuando le preguntamos cómo surge un personaje de estas características responde que le gusta la pesca, las corridas de toros y el Real Madrid. De hecho suele pescar en la Ría de Arousa, que tiene gran profundidad y abundancia de peces. «Un día pesqué un pulpo grande de unos cinco kilos, cuando lo saqué nos miramos durante un instante antes de matarlo». Años después contándoselo al escritor Antonio Enrique en una taberna de Granada, mientras tomaban unos vinos de Albondón, Antonio Enrique le dijo que tenía que contar esta historia. Y ahí empezó la historia del pulpo que es« un pulpo discapacitado inverso» porque tiene la capacidad de oír, siendo lo normal que no oigan.
«Es un pulpo de Málaga, -continua- guasón y latino, que suele irse a las playas de El Palo donde empieza a oír a Bambino cantar flamenco, empieza a meterse en un mundo humano y al mismo tiempo se da cuenta de que los humanos leen, y como tiene tres cerebros y es inteligentísimo también aprende a leer y la vida le cambia absolutamente». Después resulta que el pulpo comienza a tener relaciones con una joven pulpa gallega y va descubriendo que bajo del mar hay burdeles, con lubinas como vigilantes. También aparece un gangster pulpo mafioso que controla a una serie de cetáceos,… A ello añade que «empieza a descubrir todo un mundo que espero interese al lector pues el pulpo se cansa de la hembra de su especie y se va hasta la costa de Mojácar. Más tarde el pulpo se enamora de una joven malagueña y termina viviendo con ella exóticos placeres pero sucede que, luego, quien se cansa es ella y abandona al pulpo. En el fondo es una historia de la incompatibilidad del amor. En medio, el pulpo ha descubierto la lectura, lee a los poetas andaluces y reflexiona sobre la realidad española».
Cuando le referimos que la portada hay una referencia icónica a Pablo Picasso aclara que la novela tiene un apoyo teórico que es la tradición shunga japonesa consistente en describir la relación mujer y pulpo de las antiguas pescadoras de perlas que dio lugar a las leyendas de la relación de hembras y cefalópodos. «En España, Picasso en la Exposicion Universal, donde exponen los grandes ilustradores japoneses con relación erótica pulpo-mujer, se incluyen dos grabados muy explícitos del pintor malagueño», todo esto se cuenta al principio de la historia que el pulpo ha escrito (porque también escribe).
En cuanto al estilo, López Barrios reconoce que cuida mucho el lenguaje, -no en vano ha sido periodista varios años-, y se le incluye dentro del mismo grupo que a Caballero Bonald, Alfonso Grosso o Rafael Pérez Estrada. ‘Amado pulpo’ es fruto de dos años de trabajo con un régimen de dos o tres horas todos los días lo que aprendió de Grosso y de Cela. Para terminar nos dice que es un libro de mucho riesgo -por la temática- que espera sepan ver los críticos. Igualmente que «es un poco de ciencia ficción solo que no tiene lógica. Es como Romeo y Julieta sin escafandra y debajo del agua, pero también es un pulpo que descubre la hermosura de las palabra y que ésta vale más que mil imágenes». Por último, valora que tiene la suerte de seguir vivir y escribiendo y de contar con una editorial en Granada que le publica sin condiciones.
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