Dentro de los actos del Centenario de Lorca en Lanjarón, anoche tenía lugar en el Salón de Caballeros XXIV de La Madraza, la presentación del libro ‘Lorca en el país de ninguna parte (Lanjarón-Alpujarra)’, cuyos autores son Elvira Rodríguez, profesora jubilada de la UGR y Fernando Rubio, presidente de la Asociación Cultural ‘Juan Gutiérrez Padial’ de Lanjarón que junto con el resto de integrantes de la mesa, el director del Centro de Cultura Contemporánea de la UGR, Ricardo Anguita, y vicepresidente primero de la Mancomunidad de Municipios de la Alpujarra, Raúl Ruiz, así como ausentes por razones de salud, Amelina Correa y Juan de Loxa, de quienes se leyeron un texto y el prólogo, respectivamente, coincidieron en reivindicar el paso de Lorca por Lanjarón y la Alpujarra y la reinvidicación de ruta lorquiana por esta emblemática comarca. La nota musical la puso José Antonio Ramos Muñoz, a la guitarra y Alva Muñoz, al violín, que interpretaron tres temas lorquianos.
Raúl Ruiz destacó la importancia de la estancia en varias ocasiones de García Lorca en Lanjarón y de Lanjarón para la obra lorquiana pues, según se desprende de las cartas y postales que se reproducen en la publicación, mientras el poeta acompañaba a su madre que acudía a tomar los baños al Gran Hotel España, aquí escribió varios poemas del Romancero Gitano, algún cuento y realizó una colección de dibujos.
Precisamente se habla de ‘Lanjarón la puerta de la Alpujarra’ en una postal enviada a Sebastián Gasch en 1927 que se ha convertido en el eslogan de esta población y de la Alpujarra como ‘país de ninguna parte’ según una carta, fechada en 1921, dirigida a Melchor Fernández Almagro. También hablaron al público que llenaba el histórico espacio que, según las investigaciones del hispanista Ian Gibson, el poeta de Fuente Vaqueros, con apenas 19 años, se enamoró durante su estancia en 1917, de María Luisa Natera, hija de una familia adinerada cordobesa.
Antes de finalizar la exposición conjunta de los autores, con lectura de fragmentos, se presentó un vídeo de una entrevista a Mª Pilar Hitos, hija de este prematuro amor de Lorca, en el que narra lo que le contó su madre y cómo al contraer matrimonio, su padre destruyó las cartas que le había enviado el poeta.