Sobre Baza estaba el rey,
lunes, después de yantar.
Miraba las ricas tiendas
que estaban en su real…
(“Romance del Cerco de Baza”, Anónimo)
Don Fernando II el Católico, príncipe de Gerona, duque de Montblanc y de Noto, conde de Barcelona, rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de Córcega, de Cerdeña, de Nápoles y de Castilla (consorte y regente), conde del Rosellón, duque de Atenas y de Neopatria, rey de Jerusalén, marqués de Oristán y conde de Goceano. (SÁNCHEZ PRIETO, 2013).
Hemos querido comenzar este pequeño artículo con la institulación completa del rey don Fernando II de Aragón, conocido popularmente como don Fernando el Católico. Resulta que el pasado día 3 de diciembre del corriente, como es costumbre y tradición, el pueblo de Baza celebró el hecho histórico de la Toma de la ciudad por los Reyes Católicos, un 4 de diciembre de 1489, poniéndose así fin al Cerco de Baza, una de las etapas más apasionantes que existen dentro del estudio de la Guerra de Granada. (GONZÁLEZ ALCANTUD, 2014, pp. 173-184)
Como todos los años se procedió a los tres llamamientos del “¡Baza!, ¡qué!” y sus correspondientes tremolaciones del Pendón Real: Por los ínclitos Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Y ya estuvo la polémica servida. Todos estos años atrás la fórmula de la proclama había sido la siguiente: Por los ínclitos Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando V de Aragón, algo que es un craso error. O decimos Fernando II de Aragón o Fernando V de Castilla, pero Fernando V de Aragón es erróneo. Es un error monumental, pero no porque lo diga yo, si no porque las voces más autorizadas así lo dicen.
Siguiendo la más que autorizada voz de don Luis Suárez Fernández, académico de número de la Real Academia de la Historia, y máximo especialista en el período del reinado de los Reyes Católicos: «Fernando de Aragón, que ciñó esta corona como el II de este nombre y la de Castilla con el numeral V, gozó casi cinco siglos de una favorable opinión unánime que le presentaba como el monarca español más importante…» (SUÁREZ FERNÁNDEZ, 2005, p. 443)
Otra, voz de peso en la materia, es la de don Julio Valdeón Baruque, miembro también de la Real Academia de la Historia, que estudió de una magistral forma la dinastía Trastámara: “A Juan II le sucedería en el trono su hijo Fernando II, «el componedor, conservador y reformador» universal, según una expresión atribuida a los concelleres de la ciudad de Barcelona.” (VALDEÓN BARUQUE, 2006, p. 256)
Si seguimos otros textos más divulgativos como puedan ser el de don José Antonio Vaca de Osma: “Las últimas palabras de Juan II fueron de consejo para el nuevo rey, Fernando II de Aragón y V de Castilla” (VACA de OSMA, 2004, p. 349), o, simplemente, la archiconocida revista National Geographic (España), en su edición del 16 de noviembre de 2012, en su apartado “grandes reportajes”, titula: “Fernando II, el rey Católico”.
En definitiva, podríamos seguir con un listado muy extenso de citas y obtendríamos el mismo resultado. Como dice un viejo refrán castellano: “Errar es de humanos, rectificar de sabios”. Por consiguiente, yo soy partidario, debido a lo anteriormente expuesto, que en dicha proclama se diga Fernando II de Aragón, y aplaudo efusivamente a la comisión y concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Baza por haber corregido este error histórico que se venía produciendo año tras año. Al igual que una mentira a fuerza de repetirla se suele convertir en una verdad, pues un error a fuerza de repetirlo se suele convertir en un acierto. Por ello, era fundamental que este error se corrigiese y así se ha hecho. No tiene mérito alguno, puesto que esta actuación perfectamente se podría enmarcar en una de tantas enseñanzas bíblicas de las que yo, siempre que puedo, me hago eco. Siguiendo las enseñanzas de las Palabras de Jesús de Nazaret, que se nos transmiten a través de los Santos Evangelios: “−Pues dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.” (Mt 22, 21)
En cuanto a la participación militar aragonesa en el cerco de Baza, siguiendo al emérito profesor Ladero Quesada, nos dice al respecto: «…Además, los continos estuvieron prestando servicios directamente relacionados con la guerra a lo largo de la campaña. No se trataba sólo de caballeros castellanos; al parecer también los hubo de los reinos patrimoniales de Fernando.» (LADERO QUESADA, 1964, p. 59)
Con respecto al porcentaje de repobladores de Baza procedentes de la Corona de Aragón, la Dra. Miralles Lozano lo cifra en el 1’2% del total, teniendo en cuenta que el 65% de los repobladores eran provenientes de los reinos de Murcia y Jaén, lo cual es lógico por la proximidad geográfica a Baza. (MIRALLES y TRISTÁN, 2014, p. 193.)
Por último, desde estas líneas, quiero poner en valor el carácter integrador que tiene esta fiesta en la ciudad de Baza, para nada discriminatoria o excluyente, al contrario. Una fiesta que evoca el hecho histórico más importante que ha vivido Baza a lo largo de su historia, la Toma de la ciudad por los Reyes Católicos, y que sirve como preámbulo de la festividad de su patrona, Santa Bárbara.
Bibliografía:
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