Coincidiendo con la llegada del invierno y el final del año 2017, el IES «EL Fuerte» de Caniles edita el primer número de la que es ya su decimonovena temporada de la revista escolar «El Fuerte». El tema de portada es el 20º aniversario de la denominación actual del centro como Instituto de Enseñanza Secundaria «El Fuerte», de su paso como colegio de E.G.B. hasta convertirse en sección del «Jiménez Montoya» bastetano y, finalmente, centro de secundaria.
También adquieren especial protagonismo las actividades realizadas por alumnos y alumnas contra la violencia machista durante todo el mes de noviembre, así como las celebraciones del Día de la Constitución y de la fiesta de Halloween. Actividades relacionadas con hábitos saludables y con el cambio climático, comparten espacio en las páginas de la publicación canilera con secciones habituales como las de ciencia, matemáticas, cine o el rincón literario, sin olvidar la habitual presencia de la reivindicación por la vuelta del tren a la comarca bastetana, con distintos relatos.
Cierra la revista el siguiente relato inédito de Antonio Francisco Martínez, un homenaje a todas las personas que «vuelven a casa por Navidad»:
Nevaba como jamás ella había visto en su vida. El tren que la traía de vuelta a Caniles, por fin, avanzaba con más lentitud de la que ella desearía. Pasó la última curva y comprobó con alegría que ya habían llegado a la estación de ferrocarril canilera. No era extraño que el andén estuviese vacío, dado la dura climatología en esa tormentosa noche. Ella miraba y miraba a través del vaho de la ventanilla, con el corazón latiéndole a mil conforme el tren chirriaba al frenar , hasta detenerse por completo. Una cabeza asomó en la puerta de la estación, a la que siguió otra y hasta tres más. Sus padres y hermanos habían acudido a recogerla. El abrazo con el que se fundió con ellos fue el momento más bonito de los últimos cinco años.
El coche familiar difícilmente sorteaba las dificultades de una vía nevada, e incluso helada. Desde la estación se incorporaron a la carretera nacional y, enseguida, al desvío hacia Caniles. Subieron calle Rambla arriba cruzando por El Fuerte. A la altura de Los Caños le pidió a su madre que detuviera el vehículo, y se bajó de él. El trago de agua que bebió le supo a gloria bendita. ¡Ya estaba en Caniles! ¡Iba a celebrar la Navidad en su pueblo!
