Entre los vehículos que nos había recomendado para esta serie Rafael Soria Herrera, actual presidente del Real Automóvil Club Al Andalus de Jaén, estaba el Mustang 289 de su secretario, Javier Fornieles. Por eso, aprovechando el puente de la Inmaculada nos dirigimos hasta la localidad jienense de Torreperogil donde reside para conocer la historia de este propietario y su impresionante deportivo americano. Allí nos contó que es un aficionado a los coches, nacido en Badajoz que prácticamente toda su vida ha vivido en Madrid. «Siempre me han gustado los coches y, en general, las máquinas lo que me llevó a estudiar ingeniería industrial, aunque mi madre hubiera preferido que fuera arquitecto», explica antes de añadir que «ha sido tras la prejubilación cuando he venido con la familia a Torreperogil. A través de un primo de mi mujer que tiene un montón de coches muy buenos se nos invitó a participar en rallies con un coche suyo. El caso es que le cogimos el gustillo y entonces me compré un MG A del año 1957 con dos plazas que estaba bien para mi mujer y para mi pero al venirse mi hijo se quedó pequeño y entonces decidí venderlo para comprar el Mustang que es de cuatro plazas».
Javier ingresó en el Club hace una década siendo presidente el padre de Rafael Soria. Desde hace ocho desarrolla la labor de secretario. Respecto al Mustang informa que se lo enviaron de EEUU pues «aunque quería haber ido por él, mi mujer y los hijos dijeron que también querían venir y al final nos fuimos, hicimos turismo pero no compramos el coche. De manera que el coche lo compré por Internet hace cinco años». También tiene su curiosidad el color del vehículo pues «estaba pintado en negro pero a Ani, mi mujer, le gustaba en rojo. Al no encontrar ninguno de este color con las características técnicas que yo quería (un V8, con servofreno, frenos de discos delantero, que eran extras y que fuera descapotable, evidentemente) tuve que comprarlo en negro y a petición de mi mujer tuve que pintarlo en rojo, lo que hice buscando el rojo original del Mustang del año 65».
Para ello se fue a un taller de pinturas de Torreperogil «muy bueno» que cuando les dijo que quería el rojo idéntico al original buscaron en su base de datos el de este modelo e hicieron la mezcla perfecta. Lo que sí era de color rojo era la tapicería, aunque nos hacer observar que no es la standard pues «lleva el logo del caballito y es un poco más de lujo».
Tampoco son estándar «el overdrive que alguien le puso por su cuenta, con un carburador especial, los colectores de admisión y los amortiguadores. En cualquier caso son mejoras reversibles, que si a alguien no les gusta puede ponerlo como estaba». Así mismo, la radio es moderna digital pero con aspecto exterior idéntico al original. «Es un coche que tiene unas prestaciones bestiales y lo bonito es ir descapotado a 110 kilómetros por hora, aunque podría coger los 200, pero eso no lo veré en mis manos, pues no lo he comprado para eso», indica. En referencia al 289 aclara que serían las pulgadas cúbicas que corresponderían a 4.740 cc.
También nos cuenta que cuando lo compró traía unas ruedas enormes de perfil muy bajo y unas llantas muy anchas, tan es así que cuando se sentaban en la parte de atrás, en los baches rozaban las ruedas con la aleta, por lo que decidió venderlas y ponerle otras idénticas que las que se suministraba en sus años de fabricación. Durante el año lo saca exclusivamente para participar en las rutas y salidas de su Club, -la distancia más larga ha sido hasta la aldea del Rocío- siendo habitual su participación en la Ruta del Olivo. «Le vengo haciendo al año de 3.000 a 4.000 km. A la velocidad que suelo ir, la vez que más ha consumido han sido 16,5 litros a los 1000 Km».
Un coche de muchas películas
Javier nos cuenta que es «el clásico americano más conocido a nivel mundial. Lo mandó hacer Henry Ford porque estaba harto de que en EE.UU todos los deportivos que se vendían fuesen europeos. Por ello, pidió a su equipo que fabricase un coche deportivo con cuatro plazas, tuviera un V8, y que no se pasara de un determinado presupuesto. Se comenzó a vender en el año 64 y tuvo un éxito fantástico pues se vendieron miles de unidades». También ha tenido que ver mucho el mundo de cine pues son numerosas las películas en las que esta marca tiene un protagonismo especial como es el caso de ‘Bullitt’ en la que aparece un Ford Mustang modelo GT-390 de color verde oscuro con una persecución de 10 minutos por las calles de San Francisco; ‘Soy leyenda’ protagonizada por Will Smith; ‘Vanilla Sky’, con Tom Cruise, ‘Princesa por sorpresa’, en la que aparece un Ford Mustang convertible de 1966; ‘A todo gas: Tokyo Race’, de la saga Fast & Furious’; ’60 segundos’, con Nicolas Cage y Angelina Jolie; ‘Transformers’, en la que uno de los principales villanos es un Ford Mustang Saleen S281E; ‘Drive’, película de 2011, en la que Ryan Gosling roba, entre otros automóviles, un Ford Mustang GT negro para cometer un atraco a una tienda de empeños; ‘Need For Speed’ para el que Ford diseñó un modelo ficticio del Mustang; ‘Death Proof’, la película más motorizada de Tarantino, en la que dio un protagonismo especial a un Mustang del 1972; ‘Bean’, protagonizada como no podía ser de otra forma por Rowan Atkinson, que comparte protagonismo con un Mustang en su recorrido por las calles de Los Ángeles en un Mustang rojo convertible, sobre el que Bean expresa su felicidad haciéndole la peseta a todos lo que le miran.
Próxima entrega: Manuel Álvarez Manzano y su tractor Zetor 50 Super de 1959
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