Si buscamos en el directorio de la Universidad de Granada, sabremos que José Eduardo Abad Baena es profesor del Departamento de Filología Italiana. Si lo hacemos en la Wikipedia nos permitirá saber que nació en Colomera, en 1967, en el seno de una familia humilde, hijo de una sirvienta y de un trabajador del campo y peón albañil, trabajos que también desempeñó él en su juventud, pues a los 15 años se vió obligado a abandonar los estudios. Tras varias experiencias laborales decidió pasar página para lo que hizo el acceso para mayores de 25 años lo que le permitió entrar en la Facultad de Filosofía y Letras y aunque le hubiera gustado especializarse en Literatura Hispanoamericana que era su gran pasión, al final estudió Filología Italiana por la influencia de varios de sus autores de cabecera (Italo Calvino, Cesar Pavese,… ). En el año 1999 le dan una beca de asistente en Palermo y se decide en hacer el doctorado en Filología Italiana. Allí permanecerá cinco años (iba a estar uno) trabajando en distintos institutos y en la Facultad de Palermo. Después estará otros tres años entre Granada y Treviso, período que considera «una de las más enriquecedoras experiencias». Sería en 2007 cuando se le presentó la oportunidad de entrar en el Departamento de Filología Románica de la UGR, donde, desde el año 2012, imparte la materia de ‘Cine y sociedad en Italia’. Lo presentará el 22 de febrero, en Librería Picasso (C/ Obispo Hurtado, 5), donde estará acompañado por otro gran experto en cine, Jesús Lens (19 h)
«Me gusta muchísimo leer y escribir sobre cine. La idea de este libro nace del deseo de participar en la colección Signo e imagen, de Cátedra, veterana dentro del ámbito español que está publicando monografías desde 1990, que ya cuenta con más de cien títulos, los cuales tengo casi todos. Mi sueño era verme en la colección», explica. También que a principios de 2015, aprovechando que el director de la colección, Jenaro Talens, visitaba Granada para presentar uno de sus libros contactó con él. «Le mostré lo que había publicado sobre cine y empezamos a hablar de cineastas que faltaban en la colección y que podrían tener un hueco. Le hice alguna propuesta que no le convenció, él me hizo otras que tampoco me convencieron. (Considera que para estar un año trabajando en un libro de estas características tiene que gustarte el cineasta). Al final coincidimos en Christopher Nolan (Westminster, 1970) y me puse manos a la obra. El libro está escrito de principios de 2015 a finales del 2016. Como todo se lleva su tiempo y mientras Nolan estrenó el pasado verano ‘Dunkerque’ y como no había salido me permitieron abrir un último capítulo para esta película», detalla.
El libro, número 114 de la colección tiene más de 200 páginas en las que el autor desgrana la biografía en el capítulo introductorio titulado ‘Un cineasta sólido en tiempos líquidos’, para el que toma algunas de las teorías que expone a sus alumnos como la de que el tiempo presente deja su huella en toda obra humana y, por tanto, en las películas. «En este caso -añade- lo que he hecho es aplicar esos argumentos al cineasta Christopher Nolan, viendo como esta sociedad del siglo XXI le toma el pulso, sea al individuo, sea a la sociedad. El título se explica por la obra de Zygmunt Bauman, recientemente fallecido. No soy sociólogo pero sí abro una puerta importante a la sociología, y a sus reflexiones sobre el tiempo líquido y la vida liquida que he aplicado al cine de Nolan, y funciona. Pareciera que está describiendo el cine de Nolan y me he preguntado si Nolan le habrá leído».
En el resto de capítulos analiza la producción cinematográfica pues «la virtud de esta colección es que te permite hablar extensamente de cada uno de los títulos del cineasta que eliges». Empieza con los primeros cortometrajes Following, (1998), Memento, (2000) e Insomnio (2002) para detenerse en la trilogía del Caballero Oscuro: Batman Begins (2005), El Caballero Oscuro (2008) y El Caballero Oscuro: La leyenda renace (2012). En el tercer capítulo aborda las películas El prestigio (2006), Origen (2010) e Interstellar (2014). Por último, centra su atención en Transcendence, (2014) y Dunkerque (2017). Después de estudiar su filmografía concluye que Nolan es uno de los grandes cineastas de hoy y se merecía un libro. También que a este director que cuenta con su mujer, Emma Thomas, como productora en la de estas películas, le cabe el honor de haber dignificado el cine comercial y es que «el rigor, la inteligencia y la coherencia con que Nolan está construyendo su filmografía, título a título, están fuera de discusión».
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