Nació en Viladecans por azares del destino y firma con sus apellidos, Pérez Casanova (1968). El pasado verano participó en una colectiva en Ceferino Navarro. Fue entonces cuando el galerista tuvo claro claro que tenía que volvería a traerlo a Granada. Ahora muestra unas cuarenta obras, de distintos formatos y técnicas, bajo el título genérico de ‘Metáforas de la realidad’ que se podrá contemplar hasta el 1 de marzo en la galería de arte de la calle San Matías. Por su parte el artista se muestra complacido con este retorno, dada la buena acogida anterior, «con tan buenos compañeros pintores, la generosidad de Ceferino y la receptividad de toda la gente que vino a la exposición». También señala que en esta muestra interpreta la realidad a su modo, «intento que no sea una descripción fotográfica sino que lo que pretendo es plasmar mi realidad pero de una forma distinta».
Achaca al destino, el hecho de haber nacido en tierras catalanas pues en realidad sus padres, naturales de un pueblo murciano llamado La Palma, al lado de Cartagena, emigraron en la década de los 60 por razones de trabajo, pero pronto regresaron a su pueblo donde estuvo viviendo y formándose. Ya en su etapa escolar prefería «hacer dibujillos» en lugar de escribir o hacer cuentas. En su etapa juvenil ayudaba a su padre durante los veranos en el concesionario de vehículos y en la sección de chapa y pintura descubriría su pasión por el arte. Le llamaba la atención el trabajo de los rotulistas y a él se le daba bastante bien.
De los rótulos pasaría a los dibujos que solicitaba los clientes, y ello le llevó a estudiar diseño gráfico, estudios que compaginó con la pintura. Calificado por algún crítico como ‘mago de la luz’, reconoce que «quizás por ser mediterráneo, la luz me atrae y es uno de los leitmotivs de mis cuadros por lo que le doy mucha importancia» En la sala la mayoría de las obras mostradas están realizadas con técnica mixta sobre tabla. En cuanto a la temática predominan los paisajes urbanos, junto son algunas escenas granadinas y también marinas monocromáticas.
Comenzó a exponer con 27 años y su ritmo normal es de una por temporada por lo que deduce que ha superado la veintena. De los inicios recuerda su participación en distintos certámenes buscando ser conocido y hacerse un curriculum que le abriese las galerías. Así pasó de las concursos de pintura al aire libre a los de ‘pintura seca’, consistente en enviar algún cuadro. Los buenos resultados hicieron que comenzase a ser llamado por los galeristas. Puede presumir de tener obra expuesta en importantes galerías europeas y norteamericanas y de haber participado en Ferias como Arte Feria Sevilla, Porto Arte (Portugal), Lineart (Bélgica), Affordable art fair (Estocolmo),.. «Últimamente entré en el mercado sueco y el marzo inauguro mi tercera individual», añade.
Por su parte, Ceferino Navarro indica que desde que vino por primera para participar en la exposición de grupo, «vi la concepción de su obra y me planteé traerlo con un trabajo más redondo y profundo, en una exposición individual». También habla del «punto de fusión de esa figuración que, a veces, si nos fijamos, está concebida como si fuera una propia abstracción. Esos paisajes que nos pueden recordar la Vega de Granada o las marinas conllevan una visión de la pintura que fácilmente puede abstraerse hacia algo inédito o concebido como formas». Todo ello le lleva a afirmar que Pérez Casanova es «una de las más importantes figuras que puede tener la pintura española dentro de la nueva figuración».
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