En apenas cinco meses, el artista plástico y escultor Jesús Montoya Herrera (1987) ha inaugurado tres exposiciones individuales. Así, en el pasado otoño expuso su serie ‘Instintos y razones’ en el Centro de Arte Contemporáneo ‘Francisco Fernández’, Torreblascopedro (Jaén), en tanto que el pasado 17 de febrero, en la Sala Juan Antonio Díaz, de Cabra del Santo Cristo (Jaén), hacía otro tanto con la muestra ‘Del suelo al cielo’ y el 2 de marzo se inauguraba en Granada su original exposición ‘Renuevos de bambú’, en la Galería Ceferino Navarro, donde permanecerá al público hasta el 5 de abril. Se trata de siete dibujos y 24 esculturas cuya base de bambú está anclada a una piedra, «estando la parte figurativa elaborada con barro cocido y todo engarzado de forma que no se note mucho el cambio, que parezca que brotan del bambú».
No es la primera vez que el artista granadino expone en esta sala de la calle San Matías pues ya lo hizo en enero de 2015 con ‘Volver al agua’, una curiosa muestra de hombres-peces o peces-hombres. Ahora ha regresado con esta original exposición de pequeñas esculturas, algunas diminutas, colocadas en el extremo de un trozo de caña de bambú, fruto de su trabajo del último año y medio. «El renuevo es la planta que comienza a salir cuando talas un árbol, en este caso del bambú han brotado cabezas, cuerpos,…», comenta para justificar el título.
De igual forma cuando le consultamos sobre el motivo por el cual ha desembarcado en estas esculturas liliputienses bromea con la falta de espacio de su taller, para añadir que todo el bambú no es comprado sino que ha sido cortado por él. «Con este material sabía que tenía que hacer algo. He dibujado siempre con caña de bambú y tenía que llevármelo a mi campo, a la escultura, para lo que he ido adaptando las piezas al grosor del bambú. La parte figurativa, salvo cuatro piezas que son pájaros, se centra en mi gran de la reflexión la figura humana, que mezclo con otros elementos, en este caso con algo tan vertical y tan limpio como es el bambú con cuerpos y cabezas con muchos detalles», explica de su novena exposición individual.
Jesús Montoya que realizó la licenciatura en en Bellas Artes (2009) y es doctor en Bellas Artes por la Universidad de Granada (2014) compagina en la actualidad su labor artística con la docencia en la Facultad de Educación, donde ejerce de sustituto interino en el Área Didáctica de la Educación Plástica. «Estamos peleando para que el arte sea una materia y pueda influir de forma positiva en la sociedad», afirma.
Entre el numeroso público que abarrotó Ceferino Navarro conocimos a Michie Shino, una japonesa que lleva casi diez años en Granada y que se quedó sorprendida con sus obras de las que comentó «me parece muy original y me toca mucho el corazón porque el bambú es típico en mi país, donde hay mucha escultura de bambú pero de este tipo de esculturas superpequeñas, muy bien cuidadas y con color muy realista no he visto mucho». Por su parte, Mercedes Lirola, creadora de cerámica artística, manifestaba que «es una obra muy ingeniosa y muy llamativa. Me sorprende como la pieza se integra dentro de la caña de bambú y la forma tan expresiva de los gestos y las posturas. Es como si fuera una extensión y como si la caña tuviera vida propia».
Así mismo, otro escultor cubano, Humberto Planas, indicaba que le gusta mucho la mezcla que ha hecho con los materiales, «por un lado el bambú que es vegetal con algo como es la arcilla policromada. Me ha gustado la simbiosis que ha hecho, la verdad es que no he viso nada similar». Por último, el profesor y pintor, Jesús Conde, destacaba la consideración de la base como parte de la pieza pues eso «da lugar a que se conviertan en piezas mágicas como bastones o elementos totémicos, lo que remite a culturas orientales, como una moda que entró en Macao y Hong Kong durante el dominio colonial que los mandarines se hacían los bastones de bambú pero tallados a la occidental». Hasta el 5 de abril, de 11 a 13,30 h y de 18 a 21 horas.
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