Jesús Lens Espinosa de los Monteros (Granada, 1970), el mismo que cada día nos ofrece su artículo de opinión en las páginas centrales de este diario y cada semana su Rincón Oscuro en la sección de Culturas, realiza ahora una nueva incursión literaria en le mundo del cine. Le ha puesto por título ‘Ríos de celuloide’y ha sido publicado por Editorial Almed. En el mismo, el escritor, cinéfilo y viajero habla a lo largo de 300 páginas de películas como ‘Excalibur’, ‘El manantial de las colinas’, ‘Tombuctú’, ‘El Renacido’, ‘Apocalypse Now’, ‘Hacia rutas salvajes’, ‘La isla mínima’ o ‘Up’ mientras narra sus viajes por ríos cercanos como el Darro, el Genil o el Guadalquivir y otros más lejanos, del Níger, Iguazú, el Zambeze, el Eúfrates, las cataratas Victoria o el Okavango. Lo presenta el lunes, 23 de abril, en la Sala Zaida coincidiendo con la celebración del Día del Libro, donde irá de la mano de Andrés Sopeña y Jesús Conde (19 h).
– ¿Qué fue antes el ciclo de AulaCine ‘Ríos de celuloide’ o el libro del mismo título?
– Primero fue el ciclo de CajaGranada. Una programación de películas muy sugerentes que me animó a profundizar en la mítica y la mística que rodea a los ríos, que siempre me han fascinado, desde niño.
– ¿Cómo nació esta publicación en la que combinas el libro de cine y el libro de viajes?
– En otros libros anteriores ya contaba alguna pequeña historia de mis viajes a África, por ejemplo, y algunos lectores y críticos literarios me animaban a seguir por ese camino así que, dado que he tardado varios años en escribir el libro, he aprovechado para viajar al Río Perdido, en Botsuana, a hacer rafting en el Zambeze o a recorrer los canales de Panamá donde se filmó “El Dorado”, todo ello para poder contarlo en el libro. Me gusta la mezcla de viajes y cine, un homenaje a los viajes literarios de Javier Reverte.
– ¿En qué se parecen y en qué se diferencian los ríos cinematográficos y los ríos reales que recoges en tu libro?
– La realidad es más prosaica que el cine, pero como yo soy muy peliculero, me monto mis propias aventuras, cuando viajo. Me siento protagonista de mi propia película y la disfruto cada segundo. El mundo está lleno de posibilidades y subir al nacimiento del río Genil, en SierraNevada, puede ser tan apasionante como ver las Cataratas Victoria o las de Iguazú, uno de los espectáculos más majestuosos de la naturaleza, por otra parte.
– De todos los ríos que aparecen en el libro ¿cuál es tu favorito?
– El Delta del Okavango. Algo así debió ser el paraíso terrenal. Una explosión vida que me sobrecogió a cada instante. Vivir 20 días en aquel entorno fue una experiencia inolvidable que me reconcilió con el mundo y me enseñó a amar un poco más la biodiversidad del Planeta Tierra.
– ¿Con que te quedas de todo lo que escribe Fernando Marías en el prólogo?
– Emocionado de que piense que “Ríos de celuloide” es, en realidad, una novela de aventuras. Es una de las cosas más bonitas que podía escuchar.
– ¿Porqué has elegido a Andrés Sopeña y a Jesús Conde como padrinos para su presentación?
– Andrés me enseñó dos cosas esenciales en mi vida: que otro Derecho -la carrera y la vida- era posible, y que el cine es un arte con capacidad para transformar la realidad y la sociedad. Estos libros nacen de su magisterio. Jesús; viajero incansable y otro hombre sabio, tiene una de las miradas más profundas que he tenido el privilegio de compartir. Dos referentes intelectuales y vitales en mi vida.
– ¿Tendrá continuidad ‘Rios de celuloide’ con ‘Montañas de celuloide’ o ‘Valles de celuloide’, por ejemplo?
– Ver cine, hablar de cine y escribir de cine son mi pasión. Viajar y la montaña, también. Así las cosas: ¿por qué no…?