Hoy todo el mundo anda de gresca, el Gobierno alardea de no sé qué logros conseguidos y la Oposición cada vez más desaparecida lo politiza todo y no sabe qué rumbo seguir.
La España de hoy, se parece mucho a tiempos convulsos y confusos, la clase política es una burda imitación de los primeros años de transición. A base de copar cargos, nepotismo y corrupción. Igual que entonces. No están los más preparados, sino los más fieles y serviles a sus líderes y al partido.
Vivimos en un mundo donde se valora más la forma de vestir que la de pensar, donde los animales son mejores amigos que las personas, donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz y donde no se intenta solucionar los problemas, si no vivir con ellos.
Por eso creo que necesitamos alguien honesto. Desde dentro y sin complejos, reinvente el Estado, reforme la Constitución para que vuelva a ser de todos. Una sociedad más justa y distributiva, donde no haya tantas desigualdades, donde la dignidad humana y del individuo esté por encima de ideologías y partidos.
Hace falta expulsar de una vez por todas a la actual cohorte de cargos inútiles, políticos de medio pelo, que lo único que hacen es vivir del cuento y engañar al ciudadano cada cuatro años, con promesa incumplidas, con palabras vacías y huecas de contenido.
Sanidad pública para todos, escuela sin dogmas ni sectarismo, pensiones dignas para nuestros mayores, atención suficiente para nuestros dependientes, en definitiva una vida que merezca la pena vivirla y sufrirla, porqué no.
“Nunca un hombre tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, si no es para ayudarle a levantarse” |
Nunca un hombre tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, si no es para ayudarle a levantarse; habría que decir siempre lo que uno siente y piensa, sin condicionamientos ni condicionantes. El mañana no está asegurado para nadie, joven o viejo. Por eso no esperes más, grita y pide por todo aquello que consideras justo.
Y una cosa muy importante que he aprendido con los años, mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento” “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.
El sol sale cada día, pero en nuestras vidas solo existe un crepúsculo, aprovecha esa vitalidad que aun te quede y conserva siempre un poco de esperanza.
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