A mi buen amigo José Juan Torres García,
que en el Camino de Santiago
es eterno peregrino.
“…Entonces las huestes y mesnadas cristianas desenvainaron sus espadas y al grito de ¡Santiago y cierra, España!, se arrojaron valientes y aguerridas en buena lid y cruenta batalla contra las tropas del rey moro. Al alba de la mañana, cuando más comenzaba a brillar el sol, el Apóstol Santiago a lomos de su corcel blanco su espada a relucir sacó, ayudando las tropas de don Ramiro, que por Dios y por España, la batalla ganó”.
El día 25 de julio se celebra la festividad de Santiago Apóstol, patrón de España, o mejor dicho se celebraba. Todavía recuerdo, que hasta no hace tantos años, este día era un día grande de fiesta para España. Por supuesto, venía así señalado en el almanaque.
No es mi pretensión, en este artículo, escribir la historia del Apóstol o del porqué se le relaciona con España, e incluso los motivos que llevaron a Felipe IV, el rey Planeta, y al Papa Urbano VIII a nombrarlo Patrón de España en 1630. Nuestro célebre escritor del Siglo de Oro, Francisco de Quevedo, dijo en una ocasión: “Dios hizo a Santiago, Patrón de España, que no existía entonces, para que cuando llegue el día pudiera interceder por ella y volverla otra vez a la vida con su doctrina y con su espada”.
De igual forma, tampoco pretendo analizar en este artículo la leyenda, que le fue atribuida por el clérigo Pedro Marcio en el s. XII, al rey cristiano Ramiro I de Asturias, cuando en la noche previa a la batalla de Clavijo el Apóstol Santiago se le apareció en sueños y lo animó a plantar batalla a las tropas del emir Abderramán II en tierras riojanas porque él mismo, el propio Apóstol, estaría presente en la contienda y garantizaría su victoria. Sin embargo, el célebre medievalista don Claudio Sánchez Albornoz demostró que la auténtica batalla de Clavijo se dio en el año 860 y fue protagonizada por Ordoño I, sucesor del rey Ramiro, que luchó contra Muza de Zaragoza y le venció en Clavijo en el año 860.
“Unos acontecimientos, los sucedidos en la batalla de Clavijo, que se debatían entre la historia y la leyenda pero que siempre me fascinaban cuando nos los enseñaba nuestro maestro en la escuela” |
Lo que me anima a reflexionar hoy aquí es plantear el porqué este día no sigue siendo fiesta nacional. En nuestro calendario tenemos fiestas religiosas, que se celebran en toda España, como son el Pilar, la Asunción, la Purísima… Sin lugar a dudas, son fiestas, al igual que la del Apóstol, la mayoría de ellas arraigadas en la tradición española desde hace siglos y siglos. Pues no sé por qué la fiesta de nuestro patrón se ha retirado del calendario oficial del Estado.
Por supuesto, sabemos que este día es festivo en Galicia, como no puede ser de otra manera, y que el Camino de Santiago tiene un gran arraigo popular en España y una gran proyección internacional fuera de nuestras fronteras. También cuenta con una devoción muy extendida por muchos rincones de España. Una iconografía, rica y variada, que podemos contemplar en la mayoría de las iglesias, catedrales y museos de nuestra geografía nacional. Por citar algunos ejemplos de los más próximos que tenemos en nuestra provincia, Huéscar, Baza y Guadix tienen una iglesia dedicada al Apóstol. En la ciudad de Granada nos encontramos el convento de las “Comendadoras de Santiago”. Uno de los ejemplos más claros que podemos citar es el nombre que tiene la preciosa localidad de Santiago de la Espada (Jaén).
Pues bien, podríamos poner miles de ejemplos que nos ponen de manifiesto el tradicional arraigo que tiene en España la devoción a su Santo Patrón el Apóstol Santiago. Una tradición española que tiene un arraigo muy importante en nuestra nación. Unos acontecimientos, los sucedidos en la batalla de Clavijo, que se debatían entre la historia y la leyenda pero que siempre me fascinaban cuando nos los enseñaba nuestro maestro en la escuela. Una fiesta que hemos visto celebrar desde que éramos zagales y que hace años ya dejó de serlo, ¿por qué?
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