Nunca supe el motivo que las conversaciones sobre temas sexuales fueran tabúes y mucho menos que fueron pecado no venial, sino mortal. Resulta que, la incidencia de estas infecciones ha crecido un 269% en una década, pasando de apenas 115 casos al año a más de 400. El año pasado se registraron más de 350 casos de herpes, gonorrea, sífilis y, sobre todo en hombres que tienen sexo con hombres.
Se me hace difícil entender cómo en la era de las redes sociales, los últimos avances tecnológicos y la libertad sexual haya este tipo de enfermedades y aumentando. Pues no me creo mucho los datos, ya que este tipo de patologías se esconden o se llevan a médicos particulares y privados e incluso se van a otras provincias donde el anonimato es evidente.
Y la tendencia es de aumento, ya que el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital del PTS, José Hernández Quero, señala que los casos que se complican y llegan a su centro crecen del orden del 20% cada año.
“Los de pueblo creíamos que llegar a la universidad era coser y cantar en el tema sexual, pero estábamos totalmente equivocados” |
Los que ya pasamos de los 60 sabemos perfectamente lo difícil que era ligar en aquellos años 70 – 80 e incluso en el famoso mayo del 68. Los de pueblo creíamos que llegar a la universidad era coser y cantar en el tema sexual, pero estábamos totalmente equivocados. Te comprabas un condón (¡unitario, eh!) en el kiosco de Escudo del Carmen y te duraba toda la carrera universitaria, pues no tocabas pelo.
Además, según informan está muy de moda el “chemsex”, que es el uso de drogas para tener sexo en grupo con múltiples actos que pueden durar horas o días. Esas sustancias que los pacientes reconocen tomar aumentan la libido y disminuyen el dolor físico, por lo que cada vez se atienden más abrasiones y traumatismos sexuales, comenta el Dr. José Hernández Quero.
Antes solo tomábamos follasa en el Aliatar o el cubatas por litros en el bar Cebolla, pero solo conseguíamos una pea de campeonato, pues de sexo nada de nada. Algo está cambiando en esta sociedad tan permisiva en la que vivimos, pues no es normal que, ahora que según dicen hay total libertad sexual y múltiples conocimientos sobre las enfermedades de transmisión sexual, estas sigan aumentando a límites alarmantes. Tal vez tengamos que volver aquella época dorada de los años jóvenes en donde se follaba lo que se podía, o sea, nada.
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