Laura Rivera Megías (Granada, 1998) tenía 14 años y cursaba 3º de la ESO en el IES Generalife cuando empezó a escribir la que se ha convertido en su primera novela. Al principio, lo consideraba un ejercicio de escritura. Hubo momentos en que tuvo que dejarla, e incluso en los que pensó abandonarla, pero luego la retomaba hasta que puso el punto final al iniciar la carrera de Psicología, estudios que alterna con los de Filosofía en la UNED. Obra que ha ido pasando a su familia, e incluso a su hermana pequeña poco amante de los libros que «ha hecho el esfuerzo de leerla». También a su profesora de pintura, Elena Laura quien le dijo que merecía la pena ser leída por otras personas y le pidió permiso para pasarla a un amigo escritor, Alejandro Pedregosa, para que les diera su opinión. La respuesta fue ponerle en contacto con Mariana Lozano y Víctor Miguel Gallardo, de Editorial Esdrújula, que han decidido publicarla. Ahora esta novelista precoz puede presumir de haber escrito una novela de título ‘Break’ y con 508 páginas que presenta el lunes, 5 de noviembre, a las 19:30 horas, en la Sala Val de Omar de la Biblioteca de Andalucía.
«Yo no pensaba escribir una novela, simplemente había leído un libro con partes que no me gustaban y pensé completarlo con otras que me agradaban. No me esperaba que fuera a alcanzar esta magnitud. Para otros aspectos, como el título y el escenario, cogí el patrón de tantas novelas juveniles estadounidenses que había leído», explica esta joven autora de una obra que narra en primera persona la historia de Drake al que define como «una persona totalmente sesgada y muy negativa» con el que su autora pretende averiguar hasta dónde se puede meter el lector en una historia en la que no puede confiar. También indica que quiere invitar a reflexionar sobre si hay una bondad o maldad absoluta, y eso de que el protagonista es el héroe bueno que todo lo hace por pura bondad y el antagonista siempre es el villano y su única motivación es la maldad, le parece absurdo. Drake es una persona que «odia todo» y que cree poder leer el pensamiento de los demás lo cual aparece en la obra en forma de listado con letra negrita.
Junto a Drake, su psicólogo, como un puente firme en su vida y sus padres, pero el que más va a aparecer es un amigo del pasado que será en realidad el detonante de la historia. En cualquier caso, su autora afirma que «todos los personajes de la novela tienen parte de mi, ideas a las que yo doy vueltas y, tal vez, se hacen las mismas preguntas que me hago yo». Lo que queda sin precisar es el espacio porque Laura reconoce que es «una persona terrible para las descripciones físicas. Al principio cuando era un ejercicio de escritura, simplemente lo dejé al lado y cuando decidí escribir la novela no lo vi necesario pues Drake esta obcecado por sus ideas y entendí que no era relevante para la historia describir el lugar». En lo que concierne al público al que va dirigida responde que «a un lector de una edad cercana a la mía, no lo acotaría a juvenil pues a un publico más adulto también le puede interesar».
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