Lo sé, ya sé que soy un pesado y siempre estoy con el tema de la pobreza y más en estas fechas que se acercan, pero precisamente por eso, por las fechas que estamos y que vienen, se me hace un nudo no en la garganta, si no en el alma de ver cómo está nuestro país.
No nos equivoquemos, yo no estoy en contra de que haya ricos, estoy en contra de que haya gente que amanece y no sabe si comerán sus hijos, que no tienen para calentarse o para resguardarse de la intemperie.
El Informe 2017 de Cáritas, muestra de manera contundente la dimensión de los efectos sociales de la crisis en las personas más pobres. El incremento severo de la desigualdad social que nos muestra una sociedad fracturada, la fractura social se ha instalado entre nosotros y con el tiempo cada vez será más difícil que las personas empobrecidas puedan salir de la exclusión. Es más, este incremento de la desigualdad ha venido acompañado de una disminución de los recursos de protección social pública en su vertiente redistributiva y asistencial.
Antes, en el colegio teníamos las huchas para los chinitos, después vinieron los sobres para el Domund y más tarde las banderitas para África, pero ahora están aquí, si aquí al lado nuestro, casi en la misma puerta.
Aumenta la brecha social, la brecha que se ha abierto entre las personas empobrecidas y las personas con más posibilidades de acceso a bienes y servicios es alarmante; los ricos son más ricos y los pobres, más pobres.
“Si es verdad que siempre la pobreza y la exclusión hieren el corazón, la desigualdad es un escándalo ético y político.” |
Al mismo tiempo, los recortes en los servicios públicos de bienestar pueden suponer una ruptura definitiva para los más pobres. Es decir, si la austeridad vulnera los derechos sociales, estamos abandonando a los más pobres.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado más de un 21% de la población española se encontraba bajo el umbral de la pobreza, un 40% de los hogares se ve incapaz de afrontar gastos imprevistos y un 13,7% llega con extrema dificultad a fin de mes. Cáritas alerta de que ya atiende en España a más de un millón de personas en dificultades, más del triple que antes de la crisis. Cruz Roja prestó asistencia el año pasado a casi 2,4 millones de españoles, casi el triple que en 2008 y de los que más de la mitad eran parados. Unicef España alerta de que la cifra de niños en riesgo de pobreza se ha disparado en los últimos años y alcanza ya un 26% del total… Suma y sigue. Cifras y más cifras.
Si es verdad que siempre la pobreza y la exclusión hieren el corazón, la desigualdad es un escándalo ético y político. Como decía hace un tiempo alguien que ahora no recuerdo “la pobreza nos asusta pero la desigualdad nos indigna”; pero sí me acuerdo de lo que dijo García Márquez: «El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo«.
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